Rechazan una prisión domiciliaria a un año del doble crimen en Gorina

Al cumplirse un año del asesinato del cirujano Guillermo Luna y de su mujer, la esteticista Laura Silvana Favre, ocurridos en la calle 490 entre 136 y 137 de Gorina, la familia de las víctimas acaba de recibir una noticia que, en medio del dolor incesante, trajo al menos un poco de alivio: la jueza de garantías Marcela Garmendia rechazó el pedido de prisión domiciliaria formulado por una de las acusadas que tiene el caso: la policía Flavia Silvina Rodríguez.

Como se recordará, la mujer, amparada en el hecho de que es madre de una nena de muy corta edad, solicitó continuar con su detención en la casa, situación que, antes de conocerse la resolución, inquietaba y atemorizada a todos.

Fue la propia madre de Luna, Vilma Devallis, quien, en diálogo con EL DIA, pidió “que se pudran en la cárcel”, en alusión a Rodríguez y al financista, Sergio Ariel Maydana, el otro detenido.

“Ella mató con su arma y Maydana con otra. No quiero que la suelten, porque agarra a la nena y no la encuentran más. Se va a Paraguay, a Brasil, a Chile, a cualquier lado. Seguro que se va a fugar”, agregó.

Sin embargo, nada de eso finalmente ocurrió, ya que la jueza Garmendia rechazó cualquier posibilidad de excarcelación ante los peligros procesales que, eventualmente, implicaría morigerar la detención.

No está demás recordar que Rodríguez y, su pareja Maydana, permanecieron prófugos de la Justicia durante 80 días, hasta que los capturaron en una pensión de la ciudad de Quilmes, donde se mantenían ocultos.

El doble crimen ocurrió el 22 de agosto de 2016 y la captura de los acusados, de quien aparecieron huellas dentro de la camioneta de las víctimas, a quienes además conocían y hasta compartían ocasionales encuentros, se concretó tras innumerables operativos de parte de agentes de la DDI local.

Precisamente, más allá de que las fuentes consultadas hablaron de que las pruebas recabadas hasta el momento serían más que contundentes, se supo que hoy se realizará un peritaje clave.

Se trata del estudio de ADN, a fin de obtener el perfil genético de las muestras obtenidas en la escena.

Siempre a decir de los mismos voceros, los expertos trabajaran sobre los rastros obtenidos en las uñas de Luna y Favre, quienes posiblemente pelearon por sus vidas, antes de ser ejecutados de un balazo.

La familia de las víctimas, que ejercen en el expediente penal encabezado por la fiscal Leila Aguilar, el rol de particular damnificado, con el patrocinio del abogado Marcelo Peña, designaron a tal fin al perito de parte, Luis Alberto Olavarría, quien participará del estudio junto a su colega oficial, Julieta Beltramo.

LA PRINCIPAL HIPOTESIS

Por los homicidios de Luna y Favre, en momentos en que la Justicia tendría que pasar a definir la elevación a juicio de la causa, la principal hipótesis de los investigadores apunta a una presunta -y abultada- deuda de dinero, que Maydana mantenía con el médico.

Se sabe que Luna y Maydana se conocían y mucho. Compartían salidas y hasta realizaron un viaje juntos a Río de Janeiro, en Brasil.

Las fotos que subieron a la red social Facebook evidenciaron la existencia de una relación muy cercana, que después se habría transformado en una relación comercial.

En el marco de las versiones que circularon en torno al crimen del cirujano, se dijo que Luna aportaba dinero para que Maydana lo haga trabajar en el mercado informal, ya que estaba desocupado y esa fue la única manera que encontró de darle una mano.

Los mismos comentarios apuntaron a que Maydana consiguió varios clientes, a los que le cobraba la devolución de la suma entregada como capital, en cuotas, más un adicional por interés. Después se repartían las ganancias.

Los voceros consultados por este diario agregaron que ese circuito financiero funcionó sin mayores contratiempos, hasta que la rueda se cortó, por razones que todavía se intentan determinar.

Por eso empezaron los reclamos de Luna, su vínculo con Maydana se resquebrajó y una noche, cuando el médico había salido a cenar con la mujer, se encontraron o, fueron interceptados por los homicidas que, a sangre fría, los ejecutaron a tiros.

Probada la situación de proximidad entre una de las víctimas y uno de los supuestos victimarios, más el extraño abandono que Rodríguez hizo de su puesto de trabajo en la comisaría de Gonnet, a la que sólo informó vía telefónica que le habían robado el arma y, que se iba unos días porque estaba amenazada, los peritos de la Policía Científica hicieron el resto.

Como se dijo, las huellas de Maydana y de su pareja aparecieron dentro de la camioneta de Luna, por lo que formalmente la jueza de garantías Marcela Garmendia les ordenó la detención, a pedido de la fiscal Leila Aguilar.

Una vez detenidos y, después de negarse a hablar en la indagatoria, empezaron “una estrategia”.

Maydana pidió declarar y le echó la culpa a un colombiano apodado “Simpson”, cuya presencia en la escena nunca se comprobó. Mientras tanto, su mujer “se dio vuelta” y lo señaló a él como único responsable de las muertes.