Se durmió en el área y perdió sin merecerlo

No arrancó bien la serie de octavos de final para Estudiantes, que en su visita a Nacional de Paraguay perdió 1-0, en un partido chato y aburrido, pero que lo tuvo como protagonista, salvo en el comienzo. Demasiado castigo para un equipo que generó en 90 minutos una buena cantidad de opciones de gol que no pudo cristalizar.

Sin encontrar todavía una línea de juego ni mostrar la continuidad futbolística que necesita un equipo con tantos buenos jugadores, el Pincha jugó el mejor partido de la era Matosas. Claro, fue con derrota y, como siempre, el resultado queda por encima de todo.

En gran parte del primer tiempo el partido fue un sufrimiento para Estudiantes, otra vez un equipo largo, sin movilidad e impreciso. Juan Salgueiro moviéndose siempre y con un Luis Caballero inquietante, Nacional manejó la pelota a su antojo y merodeó el área de Mariano Andújar.

A diferencia de lo que ocurrió en Bolivia, cuando el arquero se había convertido en figura indiscutida, esta vez no tuvo trabajo. Eso sí, fue muy seguro para despejar un par de centros del uruguayo Salgueiro, que se aprovechó del fuerte viento para golpear la puerta del arco. Pero nadie respondió y se mantuvo cerrada. En esa primera media hora Nacional fue más territorialmente y con tenencia de la pelota, pero sin una sola situación de riesgo.

Después de cierto asedio el Pincha empezó a respirar. De a poco Israel Damonte fue ganando el medio y tanto la Gata como Rodríguez y Otero empezaron a moverse y rotar por el frente de ataque para generar ataques o contras de peligro, que pudieron modificar el andar del partido.

La más clara la tuvo el Tanque Pavone, luego de una contra muy bien elaborada primero por Gastón Fernández por el centro y luego por Tití Rodríguez sobre la izquierda. Este hizo la pausa y habilitó a Lucas Diarte, que llegó al fondo como un león y tiró un centro al corazón del área. Allí, Pavone quiso colocar la pelota y se fue apenas desviada. Fue, en definitiva, la situación más clara de gol.

A los 40 minutos Facundo Sánchez ingresó por derecha, solo y sin marca, luego de un centro cruzado. En lugar de buscar frenar la pelota y probar al arco, buscó el centro que contuvo sin problemas Santiago Rojas.

En el final, cuando el reloj marcaba los 44, juan Otero estrelló la pelota contra el parante derecho del arquero, tras un centro de la Gata y segundos después Sánchez desvió la pelota desde una posición favorable. El final del primer tiempo terminó con una óptica diferente de lo que se había visto en buena parte de ese período: Estudiantes con la pelota y agresivo en el área de enfrente.

En el complemento, cuando el equipo de Matosas estaba mejor y mantenía el buen cierre del primer tiempo, llegó el gol de Nacional, luego de un centro que Andújar no logró rechazar lejos del área. En segunda instancia, tras un centro corto al medio fue Luis Caballero quien mandó al fondo del arco, para poner el 1-0 y, sin saberlo, acabar con un largo invicto del arquero albirrojo: 583 minutos sin recibir goles en contra, desde aquel de Lanús en el torneo pasado. Ese dato, frío y estadístico, indica por qué Estudiantes había crecido tanto en torneo y copa, aun sin tener un juego que deslumbre.

Con la desventaja Estudiantes fue a buscar el empate. No se desordenó y continuó como dominador del juego, idéntico panorama a lo que ocurría antes del gol del equipo paraguayo. Pero por distintos motivos, ya sea un mal pase o la sólida tarea del arquero Rojas, la pelota no entró, aunque varias veces estuvo cerca de hacerlo. Será por eso, seguramente, que Gustavo Matosas demoró tanto con los cambios.

Ya en el final, con los ingresos de Chirstian Alemán y Lucas Melano el DT buscó torcer una historia que había empezado a escribirse oscura desde aquel error dentro del área que terminó en gol. De todos modos el volante ecuatoriano mostró credenciales como para ser tenido en cuenta.

Estudiantes se volvió de Paraguay con las manos vacías, pero un resultado abierto para la revancha a jugarse el 19 de septiembre en La Plata. No será sencillo darle vuelta el partido a este aguerrido equipo paraguayo, pero tiene herramientas para hacerlo. Claro, tendrá que hacer goles, la faceta del juego en la cual más falló en Asunción.