BMW mejora hasta lo más atractivo

Al contemplar los productos de BMW, se podría asegurar que la marca apuesta a la continuidad de líneas consagradas, evolucionando en una estética determinada, sin ofrecer diseños sorprendentes y rupturistas, tanto por dentro, como por fuera.

Si bien hay honrosas excepciones, como los i3 e i8, ahora parece que la estrategia de jugarse por la continuidad se puede cortar. Y si había un producto que dejaba margen para la innovación, ese era el BMW Z4.

Este convertible es clave del cambio de la automotriz germana para hacer frente a la ofensiva de Mercedes Benz, después de que por primera vez en más de diez años la marca de la estrella la superara en ventas y tomara la delantera mundial en el segmento de autos de lujo.

Por eso es que este BMW Z4 Concept ha llegado para sorprender, pero sobre todo para anticipar cómo será la nueva generación del Z4 y recordar que en BMW no se han olvidado de su convertible y quieren lanzar un producto que, verdaderamente, rompa con todo lo que nos habían ofrecido hasta ahora.

Claro que hay cosas que nunca cambian y todo buen BMW, el Z4 Concept presenta un deportivo con un capot prominente y alargado y con un habitáculo muy retrasado.

EL NUEVO FRENTE

El prototipo BMW Z4, fue presentado la semana pasada en el Pebble Beach Concours d’Elegance en las proximidades de la ciudad californiana de San Francisco y entre sus rasgos destacados están las dos parrillas reducidas y en forma de riñón y focos que semejan cuñas a los costados y una frente puntiaguda, parecida a una nariz de tiburón.

Este BMW Z4 Concept deja otros muchos detalles que sí rompen, y de qué manera, con lo que hasta ahora habíamos visto en el BMW Z4 que aterrizará en los concesionarios el año que viene.

Es cierto que habrá detalles que se simplifiquen, o incluso desaparezcan. Pero otros muchos permanecerán, con lo cual no deja de sorprender el diseño de los faros, de las aberturas del capot, de los elementos aerodinámicos que se exhiben en la cola, o de sus aletas ensanchadas tras el eje delantero.

Y si bien se formalizó su presentación, se sabe muy poco de los detalles técnicos de la nueva apuesta de la casa germana, salvo algunas declaraciones de Adrian van Hooydonk, responsable de diseño y vicepresidente senior de BMW.

‘Significa el retorno a las esencias para permitir al conductor todos los ingredientes que conforman la máxima expresión del placer de conducir. Es la máxima expresión de libertad sobre cuatro ruedas’, dichos propios de estas situaciones y que realmente, no aclara nada de nada.

Entre los rumores firmes se asegura que el nuevo modelo tendrá motor de seis cilindros híbrido con unos 360 caballos. Pero lo mejor es quedarse con una cosa, y es que desde la marca aseguran que se han inspirado en la tradición más pura de convertibles BMW como el largo frontal, unas ruedas colocadas casi en las esquinas y una silueta baja y larga. Todo lo cual hace que el auto sea un encanto para los ojos.

Además, el propio van Hooydonk afirmó que el BMW Z4 Concept expresa el nuevo lenguaje de diseño de la marca destacando, para el diseñador, el frente y la compacta trasera. Se basa en el Serie 8 Concept, otro coche que ha dejado a mucha gente con la boca abierta.

A bordo de este prototipo nos encontramos también con uno de los habitáculos más innovadores que hayamos visto en un BMW. La duda, de nuevo, es hasta qué punto se trasladará este diseño al modelo definitivo.

Por último, no olvidemos que este BMW Z4 ha sido desarrollado junto con Toyota, que trabaja con BMW en el desarrollo de un nuevo deportivo que ya habíamos definido como el sucesor del Toyota Supra.

El acuerdo estratégico firmado entre alemanes y japoneses culminaría en un producto con una plataforma común – en un proyecto cuyo objetivo no era otro que ahorrar costes – pero en el que ambas marcas conservarán su identidad, empleando sus propios motores, y un diseño claramente diferenciado.

La automotriz también pretende volver a ingresar el próximo año a la carrera de Le Mans en la clase GT para desafiar a Porsche, justo en momentos en que Audi abandonará la famosa carrera de resistencia de 24 horas.

El sello deportivo es crucial para que BMW atraiga consumidores de gran poder adquisitivo después de que Mercedes realizara una actualización del diseño que fue bien recibida y que marcas desde Alfa Romeo hasta Volvo comenzaran a apuntar a esa a clientela con agresivos planes de crecimiento.

El fabricante alemán también está subiendo más de categoría para mantener la rentabilidad en medio de la presión financiera que implica desarrollar vehículos eléctricos autónomos, cuya inversión inicial demorará años en recuperarse. Si bien el Z4 apuntalará la imagen de BMW, las ventas serán pequeñas dada la menor demanda de vehículos descapotables. Las entregas podrían alcanzar un máximo de 22.150 en el 2020, según la firma de proyecciones especializada. Eso se compara con un máximo anual de unos 48.600 para el modelo de la primera generación del auto y con un total de 2.4 millones de entregas para el grupo BMW el año pasado.

Los convertibles, que alguna vez fueran la máxima expresión de un estilo de vida despreocupado, están perdiendo popularidad a medida que la contaminación y la congestión estropean el atractivo de conducir al aire libre, un sitio que cada vez más ocupan los utilitarios deportivos de lujo. Pero el prestigio que aún tienen estas verdaderas joyas automotrices, siguen siendo incomparables.