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Espectáculos |Llega “it” a las salas

El placer y el terror de lo familiar

El director argentino Andy Muschietti dirige el éxito de la taquilla estadounidense que actualiza el clásico del terror de Stephen King y devuelve al espectador al cine de su infancia

El placer y el terror de lo familiar
19 de Septiembre de 2017 | 05:40
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Inexorblemente, la película de terror más vista de la historia habrá sido dirigida por un argentino: Andy Muschietti es el cineasta detrás del éxito mundial de “It”, la cinta basada en la novela de Stephen King de 1986, que superará en cuestión de días a “El exorcista” como el filme de género más taquillero.

“Creo que faltan tres dólares”, dice ansioso y entre risas Muschetti, que regresó a su patria natal ayer a presentar la película que se estrena el jueves y que lo ha convertido en estrella internacional, junto a su hermana y productora Bárbara Muschietti.

El éxito de “It”, que se acercaba esta semana a los 400 millones de dólares recaudados, “es un orgullo increíble”, afirma el director: “Crecí viendo películas de terror, fue una experiencia iniciática. Y esa es la razón por la que uno cuenta historias: es una adicción, uno quiere recuperar esa sensación de cuando tenés siete años, y lo irónico es que nunca lo lográs del todo”.

Esa sensación es la que se apodera del público, aunque en diferido: mientras toda una generación se expondrá a una “It” renovada estéticamente, para otros, la generación a la que la miniserie de 1990 consumida en gastados VHS le marcó las pesadillas (a pesar de aquella araña tan espantosa del final), la nostalgia llega en una oleada a la que es imposible no rendirse.

Muschietti, de hecho, escribió su versión del guión de esta primera parte de “It” “recuperando mi memoria emotiva” de su primera lectura, un reencuentro similar al que vive la audiencia: “Es gratificante cuando mostrás la película y ves a la gente reaccionando: escuchás gente decir que vieron cinco o seis veces la película... te lleva a pensar a esos días de la infancia donde uno iba a ver ‘La historia sin fin’ o ‘El regreso del Jedi’ cinco veces en una semana”.

Hollywood quiso replicar esa experiencia y regresar al universo de Derry: por eso, como un reloj suizo, el payaso Pennywise vuelve a aparecer veintisiete años después en las pantallas, tras una larga negociación entre diversas partes. Cary Fukunaga, creador de “True Detective”, escribió el primer guión y se divorciaría finalmente del proyecto por las tan comunes “diferencias creativas” que vive la industria hoy; mientras tanto, los Muschietti rompían la taquilla con “Mamá”, cinta de terror basada en un corto que se volvió viral y que apadrinó Guillermo del Toro, aunque Andy lo lanzó buscando seducir inversores para otro proyecto, una cinta de ciencia ficción.

“Mamá”, con un presupuesto de unos 20 millones de dólares, que recaudó más de 146 millones en todo el mundo y por eso Andy tuvo la chance de probarse para “It”: “Preparó un pitch increíble y por eso nos dieron la película”, cuenta Bárbara sobre la aventura de los hermanos en la industria del cine: hoy su apellido suena para dirigir la adaptación de “Robotech”, aunque ellos tienen el plato lleno entre la segunda parte de “It” y otros proyectos.

La cinta sobre el payaso asesino encantó a la audiencia, pero también al propio King: “Cuando vio la película le escribió una carta de amor a Andy”, cuenta entre risas la productora, y el director interrumpe agregando que “yo le escribí una carta primero, pidiéndole perdón por todo lo que habíamos cambiado”.

“El espíritu de la historia es el mismo”, dice Andy, pero “estructuralmente la historia va para otro lado”: la cinta no sigue la forma del libro, que iba y venía del presente (los 80 de Reagan) al pasado (los 50 de la infancia del Club de los Perdedores), y pasa dos horas y monedas junto a la pandilla de marginados del pueblo (aunque ahora esa infancia acontece en los ‘80, década furor en las pantallas).

La decisión tuvo que ver con que a Muschietti “la historia de los niños, cuando leí el libro como adolescente, me pegó mucho más fuerte que la de los adultos, aún cuando tiene un diálogo entre los dos. Quería en esta primer película mantener esa historia más pura, para conseguir que la gente conecte emocionalmente”.

El concepto ya estaba en el guión que había dejado Fukunaga, aunque el director comenta que trabajó con el guión para encontrar un tono personal: la cinta mezcla el terror de “El resplandor” con las peripecias de “Cuenta conmigo”, que Andy señala como sus dos adaptaciones de obras de King preferidas.

Los perdedores llevan el peso de la historia, que cargan gracias a la química construida en la previa del rodaje, donde el director y la productora juntaron a los chicos y organizaron varias actividades para fomentar una unión real entre los personajes. “Armamos talleres de bicicleta, porque los niños de esta generación no saben andar en bicicleta”, cuenta Andy, y agrega Bárbara que “le sacamos los móviles durante diez horas por días, que tenían que pasar juntos charlando, nadando, jugando”. “Y hubo primeros besos en cámara”, adelanta la productora. “Y lo hicieron como catorce veces: del primero a catorce en dos horas”, agrega Andy.

Buscando mayor impacto emocional, Muschietti explora entre los miedos de los personajes el abuso y recupera del libro de King el bullying, aunque descarta los monstruos del cine que el escritor utilizó en su obra para “anclar las encarnaciones de Eso en traumas” muy reales, en violencias terrenales y tan tenebrosas como el sobrenatural payaso.

Así, la historia de Pennywise vuelve a contener una reflexión sobre la parálisis colectiva que provoca el miedo (escrito en la era de Reagan, también puede aplicarse a la época actual de Trump), pero, como una ballena blanca, también puede aludir al fin de la inocencia y la muerte de la infancia, otra de las temáticas de la obra de King.

Y el payaso también es modificado en esta nueva versión del clásico del terror. Pennywise luce lejos del personaje que encarnara Tim Curry en 1990: Bill Skarsgard (hermano de Alexander, que el domingo ganó el Emmy a mejor actor de reparto en miniserie; el jueves papá Stellan estrena “Borg/McEnroe”) se probó el mítico traje “con mucho valor” y la producción procuró alejarse de la sombra de Curry: “Lo que hizo Tim es inimitable, para que repetirlo”, dice Bárbara.

Andy colaboró con Bill para buscar “un personaje profundo, con más capas que el personaje que todos conocen”. El concepto fue entonces ser menos “parejos” que el payaso de Curry, “crear un monstruo que genera tensión porque no sabés que va a hacer”: esa impredecibilidad aparece desde la primera y brutal escena de “It”, donde queda establecido que el payaso es implacable y que “nadie está a salvo”.

“Un aspecto aniñado y a la vez una mirada horrible” completan el “look” de Pennywise: “Quería alcanzar ese balance extraño por algo que dice Bill en el libro. Todo lo que sabemos de Eso es a través de la mirada de los niños, y en un momento Bill dice: ‘¿no será que come niños porque eso es lo que nos dicen que los monstruos hacen?’. Inmediatamente, te lleva a pensar que este monstruo es real siempre y cuando esté vivo en la imaginación de los niños”.

Récord mundial

Filmada con un presupuesto de 35 millones de dólares, “It” volvió a dominar la taquilla estadounidense por segundo fin de semana consecutivo, por delante de estrenos como “American Assassin” o “Mother!”, cosechando en menos de dos semanas ingresos globales por más de 370 millones de dólares: con el estreno pendiente en varias partes del mundo, la cinta seguramente superará los 440 millones de “El exorcista”, la cinta del género más vista de la historia.

“El éxito de la película es sorprendente, ha tocado una fibra que nadie esperaba tras una verano totalmente gélido, donde nadie fue al cine”, cuenta Bárbara, que “desde la primera función a la que fuimos, en Los Angeles, vi que la gente se asustaba y se reía, y nosotros mirábamos para atrás y los veíamos felices. Fue la sensación que me acuerdo de haber tenido viendo ‘Poltergeist’ o ‘Volver al Futuro’, que en la adolescencia eran todo: esa sensación, en un momento donde estamos tan desconectados, donde lo único que vemos es el telefonito, han hecho que la gente vuelva al cine. Es increíble, van tres, cuatro, cinco veces: quieren repetir la experiencia. Están todos los estudios agradecidos porque la gente recuerda la experiencia de ir cine, de no mirar todo en Netflix, y ha vuelto a las salas.”

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