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Policiales |UNA PELUQUERIA Y UN ESTUDIO JURIDICO, los ultimos casos

Se extiende la ola de robos en locales del Centro de la Ciudad

Son ataques que duran muy pocos instantes, pero dejan importantes secuelas

25 de Septiembre de 2017 | 04:31
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Los ladrones miran, esperan a que no haya nadie, rompen el blíndex con facilidad, entran a revisar el local mientras suena la alarma y se escapan antes de que la vigilancia llegue. La secuencia es la de siempre y se volvió a repetir ayer a la madrugada en pleno microcentro.

El nuevo robo esta vez fue en una peluquería y centro de estética de 10 y 49. Entre las 5 y las 6, una cantidad indeterminada de delincuentes -se sospecha que por lo menos fueron dos- redujo a trizas la puerta de vidrio del local.

Después de pisar sobre los cristales desgranados, los intrusos fueron directamente al mostrador, donde ya desde afuera se veía la registradora.

Fue su único interés. “Se llevaron la caja entera, porque creyeron que tenía plata, pero en realidad nunca dejamos”, argumentó David, uno de los peluqueros que trabaja en el lugar.

En esos segundos los ladrones tuvieron concretado su golpe. Los apuró el ruido de la sirena de la alarma que se activó. “De la empresa de seguridad vinieron enseguida, pero no los encontraron” a los ladrones, señaló el empleado, consultado por EL DIA.

La policía también se sumó al operativo. Quedó una custodia en la puerta del negocio hasta que David, avisado por los vigiladores, fue a comprobar lo que había pasado.

El se tuvo que quedar buena parte del domingo cuidando el local. La principal urgencia era proteger el hueco que quedó en donde destruyeron el blíndex.

La alternativa que le quedaba era una solución provisoria, como variante al arreglo definitivo, presupuestado por nueve mil pesos. Un costo mucho mayor a lo que se llevaron robado.

Ayer a la tarde, cerca de las 18, se reportó un nuevo robo en la misma zona del centro. Esta vez, el escenario fue un estudio jurídico de 45 entre 11 y 12.

Aparentemente, los ladrones que ingresaron en esas oficinas, lograron llevarse computadoras y dinero por una cantidad que no trascendió, indicaron fuentes del caso.

Lo que no estaba del todo claro fue el momento exacto en el que sucedió, porque al parecer los intrusos ingresaron aprovechando que el estudio estaba cerrado.

Por este episodio también se inició una causa policial, que se suma al listado de episodios que desde hace semanas vienen ocurriendo en la zona comercial más importante de la ciudad.

en riesgo

Pero no sólo en la madrugada o con los locales cerrados es que se viven los casos de inseguridad. No hay que alejarse demasiado para encontrar antecedentes.

En la misma esquina de 10 y 49 donde robaron ayer, hace alrededor de 20 días padecieron un caso tenso en un negocio de ropa para bebés y niños.

Eran las 15 de un día de semana cuando entró un hombre a preguntar el precio de un buzo y después se fue. Media hora más tarde, la misma persona regresó a robar.

Tenía entre 50 y 60 años. Con el pelo castaño y entrecano, el delincuente hacía el gesto de llevar escondida un arma debajo de un camperón. En el negocio había cuatro empleadas -una de ellas embarazada de siete meses- y una clienta con su hija de tres años.

La mayoría de las seis víctimas no entendía nada cuando oía gritar al hombre. Lo creyeron un loco o un desubicado. Recién cuando comprendieron que era un asalto, obedecieron su orden de ir hacia los probadores, para que permanecieran ahí. La maniobra fue tensa y hubo gritos cruzados.

Aunque una de las empleadas le había dado la plata de la caja, el ladrón igualmente revisó el mostrador y se terminó yendo con ese dinero de cambio, al cabo de 10 minutos de haber entrado. Aquel día, a 150 metros pasó algo muy parecido en un local de ropa para mujer. Pese a las similitudes, eran ladrones distintos.

En la peluquería donde actuaron ayer, ya habían roto el vidrio que da a la esquina. David señaló que no fue un intento de robo sino un mero ataque “porque sí”.

El fin de semana se sumó un nuevo caso vandálico en la calle 49 entre 11 y 12, al numeral 840. Allí está el centro de estética “Depilaser”, en donde rompieron los vidrios.

 

 

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David, uno de los peluqueros que trabaja en el local de 10 y 49 - PABLO BUSTI

En 45 entre 11 y 12 se dio el otro ataque vandálico - pablo busti

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