La cuestión de fondo es la lucha por la transparencia

Por Maximiliano Abad, Pres. del bloque Cambiemos en Diputados de la Provincia

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Como si fuera una serie de ficción vemos por televisión la detención de millonarios. Vemos la obscenidad de sus bolsas con dinero, los animales exóticos, las hectáreas de “propiedad privada”, las armas, los autos… la más grosera ostentación, que no sólo ofende por su vulgaridad, sino porque pone de manifiesto hasta dónde puede llegar la corrupción cuando el contexto le es propicio.

Ante tanta degradación, la reacción lógica puede ser generalizar y concentrar toda la furia contra el sindicalismo. Esa parece ser la línea de análisis de muchos referentes: ´El Gobierno viene por los sindicatos´, plantean. Este análisis es un intento por politizar una cuestión que no debe abordarse desde ninguna ideología, porque la cuestión de fondo no es el sindicalismo, la cuestión de fondo es la lucha por la transparencia, y deshacer todo el andamiaje institucional que ha fallado en Argentina para que lleguemos hoy a ver estas escenas lamentables.

El problema no es el sindicalismo. Los líderes sindicales deben ser tan honestos, tranparentes e idóneos como cualquier otra persona, sea funcionario público, empresario o empleado en el sector privado. La cuestión que se juega acá tiene implicancias mucho más profundas en un país que una batalla política, porque abarcan mucho más que algunos dirigentes detenidos.

Es que donde hay un sindicalista enriquecido, hay instituciones débiles. Nunca es un juego solitario. Por eso, quienes más necesitan que la Justicia avance, son los buenos sindicalistas, que son la mayoría y que están metidos en la misma bolsa de estos personajes que han sido además de delincuentes, cínicos: se han enriquecido a costa del esfuerzo de miles de trabajadores bonaerenses.

Debe quedar bien en claro que lo que estamos viviendo es parte de una decisión política de terminar con la oscuridad de las mafias, y no una persecución de tintes políticos. A tal punto es así que, por primera vez en mucho tiempo, también la política se puso frenos a sí misma: se eliminaron privilegios, se achicaron gastos superfluos, se limitaron reelecciones indefinidas, se impulsaron declaraciones juradas públicas. Entonces, ¿Es un avance contra las entidades sindicales, o es el peso de la ley actuando a favor de la transparencia?

Lo que cambiado en la Provincia es la actitud política de la gobernación: una decisión imperturbable de ir por la verdad, la honestidad y la transparencia. Esos son los valores que están detrás de las detenciones de estas semanas. Ninguna otra cosa.

Porque cambiamos, hoy sabemos de empresarios que vivieron durante años condicionados por estos hombres y apretados ante una Justicia inalterable y un sistema político oscuro. Ese sistema perverso se cayó como un castillo de naipes y esa es la buena noticia para los bonaerenses.

Había pocas denuncias porque había amenazas, mucho miedo y connivencia política. Sin esa protección para estos sindicalistas, el miedo se disipó, las amenazas se relativizaron y la verdad empezó a emerger.

Ahora la Justicia tiene dos caminos, o quedarse acá o seguir investigando y profundizando. Espero que vaya por el segundo camino y que los bonaerenses sepamos con nombre y apellido quiénes protegían, desde dónde y desde hace cuánto, a estas asociaciones ilícitas que tanto mal nos hicieron, para poner por encima, como siempre debió haber sido, los derechos de los trabajadores, que esperan de sus gremios la genuina representación de sus intereses.

 

 

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