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Información General |Lo atribuyen a una clara baja en el uso de preservativos

Eclipsada por el Sida, resurge la sífilis: en sólo seis años se triplicaron los casos

Tanto en hospitales públicos como en clínicas privadas aseguran estar atendiendo a diario a personas infectadas de todas las edades y clases sociales. Las autoridades reconocen inquietud

Eclipsada por el Sida, resurge la sífilis: en sólo seis años se triplicaron los casos
21 de Enero de 2018 | 03:41
Edición impresa

NICOLAS MALDONADO
nmaldonado@eldia.com

Hasta hace no mucho la sífilis parecía un viejo mal en retirada. Alguna vez devastadora, el hallazgo de la penicilina disolvió el halo de terror y muerte que siempre la había rodeado. Luego, la irrupción del VIH, tanto más letal, terminó de desbancarla. Pero apenas unas décadas después de que se la relegara como un problema del pasado, esta antigua enfermedad venérea vuelve a instalarse hoy en la sociedad con un rebrote alarmante.

En apenas seis años, el número de argentinos que se infectan con sífilis se triplicó. Contra los 3.875 casos notificados a principios de 2011, los últimos reportes del Ministerio de Salud de la Nación registran cerca de 12 mil. Pero estas cifras, si bien evidencian el sostenido avance de la enfermedad, apenas si permiten vislumbrar la dimensión del problema, admiten las propias autoridades sanitarias al reconocer que existe un importante sub registro. Y lo mismo señalan algunos infectólogos quienes presumen que por cada caso notificado habría entre dos y tres más.

De lo que no parece haber dudas es cómo se llegó a la situación actual. El resurgimiento de la sífilis “ha sido estudiado exhaustivamente y una de las principales explicaciones que surgen al analizar su causa apunta a la disminución en el uso de preservativos que se observa sobre todo en las nuevas generaciones desde el momento en que existen tratamientos efectivos contra el VIH”, explica el doctor Amadeo Esposto, ex jefe del Servicio de Infectología del Hospital San Martín.

Lo mismo señala su colega el doctor Jorge Contarelli, jefe del Servicio de Infectología del Hospital Español. “A diferencia de lo que ocurría en décadas pasadas, cuando se le tenía un miedo reverencial al Sida, hoy la gente se cuida menos y eso le ha abierto la puerta no solo a la sífilis sino a todas las enfermedades de transmisión sexual”, señala el infectólogo quien reconoce atender casos a diario entre pacientes de diversas edades y extracción social.

ADULTOS, ADOLESCENTES Y BEBÉS

“Hoy no es raro atender por día a dos o tres pacientes con diagnóstico actual o reciente de sífilis sobre un total de veinte consultas. La mayoría son jóvenes de entre 17 y 30 años, pero eso no exime que cada tanto aparezcan personas de mayor edad. Y no se trata sólo de gente humilde: se la ve también entre pacientes de clase media y clase media alta”, cuenta Contarelli, cuya percepción del fenómeno coincide con la registrada por el Ministerio de Salud: a su entender “hay al menos tres veces más casos de sífilis que hace unos pocos años atrás”.

El problema se evidencia incluso con mayor claridad en los hospitales bonaerenses, donde reconocen estar viendo sífilis tanto en adolescentes de 15 años como hombres de arriba de 70. Sin preservativos, cualquier persona sexualmente activa está expuesta a ella. Y la vida sexual, se sabe, hoy no sólo arranca a edades cada vez más tempranas, sino que además -gracias al viagra- ha extendido sus límites.

“Estamos muy preocupados porque la sífilis viene creciendo tanto en hombres como en mujeres, pero lo que más nos preocupa son las embarazadas y los bebés”, señala la doctora Mónica Moyano, responsable de la dirección provincial de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual, en relación a la transmisión. Y es que la sífilis también puede transmitirse de madre a hijo durante la gestación. De ahí que las recomendaciones vigentes indican realizarles estudios de detección tanto en los controles prenatales como al egreso de la Maternidad, algo que no siempre se cumple.

“La detección en los controles prenatales se hace y cuando se detecta algún caso positivo las embarazadas reciben tratamiento. El problema es la re infección”, cuenta Moyano al explicar que sólo una de cada cuatro de esas mujeres que son tratadas consigue que sus parejas sexuales se sometan también al tratamiento, por lo cual vuelven a infectarse antes de nacer sus bebés. En estos casos existen altas probabilidades de que los niños mueran a los pocos días del parto o bien sufran sordera, ceguera, malformaciones y parálisis cerebral.

DIAGNOSTICOS TARDIOS

Frente al aumento de la sífilis “se advierte hoy una notable falta de información no sólo entre la comunidad en general sino también entre los médicos del sistema de atención primaria. Por eso es muy común que no se la tenga en cuenta en las consultas clínicas y no se le pida tampoco a las embarazadas los estudios de detección en los controles prenatales en cada trimestre de gestación según las recomendaciones vigentes y previo al egreso de la Maternidad”, comenta la doctora Silvia González Ayala, titular de la cátedra de Infectologia en la Facultad de Medicina de la UNLP.

A esa desatención se le suman las dificultades que presenta la sífilis para el diagnóstico clínico cuando no se la tiene en el radar. Y es que además de ser una enfermedad que puede asemejarse a otras, sus manifestaciones aparecen y desaparecen hasta quedar oculta en estado de latencia.

Producida por el Treponema Pallidum, la sífilis tiene su primera manifestación alrededor de 21 días después de producido el contagio. Entonces suelen aparecer, en la zona de contacto -la boca, el pene, la vagina o el ano- ampollas que no son dolorosas pero que rápidamente se convierten en llagas abiertas. Son los llamados “chancros”.

Al cabo de un mes, esos chancros desaparecen y la enfermedad se torna invisible, aunque en realidad sólo está evolucionando hacia su segunda etapa. Unos dos meses más tarde pueden volver a aparecer síntomas. En este caso, ronchas rosadas en las palmas de las manos y plantas de los pies, lesiones en los genitales, caída temporaria del pelo. En más de la mitad de los casos, la sífilis pasa a un estado de latencia en el que los síntomas se van y vuelven.

Pero que se vaya el síntoma no quiere decir que la enfermedad se haya ido también. Por el contrario, sigue avanzando en forma silente hacia órganos con mayor compromiso. El problema es que, como los chancros no duelen, muchos pacientes no consultan a un médico; en particular las mujeres, que suelen tenerlos en el cuello del útero, donde tampoco se ven. Por este motivo, un 65% de los casos de sífilis son detectados en Argentina por análisis de rutina recién en su estado de latencia. ¿Qué significa esto? Que de cada diez personas infectadas, seis atraviesan toda la etapa de contagio de la enfermedad sin ser conscientes de que pueden infectar.

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