Arranque no deseado, interrogantes y portazos

Por JOSE PICON

El gobierno bonaerense jugó fuerte. Apostó buena parte de sus fichas a que las clases pudieran comenzar despejadas de los conflictos salariales que generan malhumor social y acarrean costos políticos. Pero aún así, no logrará evitar que la actividad escolar que se inicia mañana se vea resentida por las medidas de fuerza que realizarán diversos gremios.

Se trata de un escenario al que la administración de Daniel Scioli buscó afanosamente esquivar. Y no sólo con una negociación anticipada que coronó con un incremento de sueldos para enero y febrero. Esta vez no aguardó el desenlace de la paritaria nacional docente y concretó su propia oferta de aumento para todo 2015. Además, la negociación quedó esta vez en manos del ala política del gabinete provincial que relegó en ese rol a la Dirección General de Educación y al ministerio de Economía.

Esos gestos y un aumento promedio del 36%, no alcanzaron. El paro docente que esta vez liderará la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), sorprendió al Ejecutivo provincial. Con una negociación que se encaminó al acuerdo con el sector mayoritario, el SUTEBA de Roberto Baradel, la Provincia descontaba que el acuerdo estaba prácticamente sellado.

Pero los congresales de la FEB, un gremio que fuerte ascendencia en el Interior, rechazaron la propuesta y dejaron al gobierno de Scioli en medio de un conflicto impensado, mascullando bronca y ventilando especulaciones políticas sobre el comportamiento de algunos sectores que conviven en el sindicato que lidera Mirta Petroccini.

“Si te fijás, las seccionales que votaron en contra del aumento están en zonas de la Provincia donde existe fuerte influencia de sectores de la oposición”, decían en las últimas horas altos funcionarios bonaerenses.

Los dardos apuntaban, esta vez, hacia el campamento de Sergio Massa y su Frente Renovador. El SUTEBA y Baradel, quienes supieron protagonizar polémicas de altísimo voltaje con Scioli con el auspicio de sectores K, esta vez fueron los garantes y defensores del cierre de la paritaria.

Aquellas sospechas cruzan el escenario electoral. Y el acuerdo parcial con los gremios docentes dejará a Scioli sin la posibilidad de exhibir un cierre con moño con los maestros y garantizar mañana un inicio de clases sin sobresaltos. Justo, además, el día en que brindará su último discurso como Gobernador ante la Asamblea Legislativa y en el que buscará exhibir las políticas que aplicó en la Provincia con proyección nacional en su compartido rol de candidato presidencial.

MOVIDAS EN EL FPV

Mientras tanto, en el oficialismo siguen faltando señales que ayuden a clarificar el escenario interno. Inquietos, intendentes del FpV lo dejaron claro en un encuentro que se desarrolló en las últimas horas en Florencio Varela.

Allí, varios alcaldes insistieron en la idea de que “no sobra nada” para la pelea no sólo nacional sino también bonaerense, y reclamaron que se vaya hacia una lista de unidad a las Paso con el nombre de Scioli a la cabeza. El planteo encontró consenso parcial. Trascendió que algunos intendentes ultra K como Patricio Mussi (Berazategui) y Darío Díaz Pérez (Lanús), dijeron que avanzar ya con esa propuesta y promoverla ante la Casa Rosada, significaría menguar el poder de la Presidenta.

El debate, aún con esas diferencias que no son menores, viene reflejando la inquietud de los jefes comunales que ven en riesgo su supervivencia territorial. Para muchos de ellos -que una vez más salieron al cruce de las temidas colectoras-, abrir la competencia interna para las Primarias entre varios candidatos presidenciales, a gobernador, y en consecuencia locales, significaría debilitarlos en la pelea por conservar su territorio de cara a los decisivos comicios de octubre.

Otras señales aparecieron también en el firmamento oficialista. Resuelto a potenciar su candidatura presidencial, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dejó de lado viejos enconos y se mostró en una actividad junto al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez.

La foto, con olor a fórmula Randazo Presidente-Domínguez Gobernador, amenaza con ser una de las opciones ultra K para darle batalla a Scioli en las Primarias.

DEFINICION Y DUDAS

El macrismo bonaerense, en tanto, soltó una decisión que parece inocua pero no lo es: la confirmación de que María Eugenia Vidal será candidata a gobernadora por el PRO.

La bendición del propio Mauricio Macri llega en dos momentos clave para el espacio. Primero, porque está en pleno proceso de crecimiento el alcalde porteño en la Provincia, según registra la mayoría de las encuentas. Pero además, el armado amarillo se encuentra arrancando la etapa de incorporación a sus filas de dirigentes de otros espacios, en especial radicales y ex massistas como Gustavo Posse.

El intendente de San Isidro emerge como principal contendiente de Vidal en las Primarias bonaerenses del PRO. Y en ese contexto, la decisión de Macri de bendecir a “su” candidata es una señal de que, más allá de la necesidad de ampliar las fronteras de su espacio, trabajará para que Vidal pueda ser receptora de las voluntad de la mayoría de los ciudadanos que se inclinen por su candidatura presidencial.

Mientras se activan los contactos con dirigentes del radicalismo en distintos sectores de la Provincia, en las últimas horas comenzó a circular la versión sobre la posible llegada al PRO de sectores del peronismo.

La tranquera, en rigor, la abrió el propio Macri cuando movió la escena política al incorporar a Carlos Reutemann. Ahora, se habla de un posible acuerdo con el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, todavía hoy en el massismo.

El alcalde dio en las últimas horas una señal en ese sentido al pegar el faltazo a un cónclave convocado por Massa, quien le respondió el gesto con firmeza: lo bajó de su lista de aspirantes a la Gobernación a la que Cariglino se había subido junto a Darío Giustozzi, Francisco De Narváez, Mónica López y Felipe Solá.

Massa pareció además cerrarle las puertas a Martín Insaurralde, quien aún medita su futuro político. Cerca del alcalde de Lomas de Zamora explican esa indefinición: “Ni el FpV ni el Frente Renovador decidieron aún como será la interna. ¿Por qué entonces nosotros no podemos esperar?”, argumentan.

En las últimas horas, aparecieron señales contradictorias sobre Insaurralde. Una visita al distrito del ministro de Seguridad Alejandro Granados para coordinar la puesta en marcha de la Policía local, sumado a un acto del PJ donde el presidente del Concejo Deliberante Santiago Carasatorre, afirmó que ni él ni Insaurralde se irían del FpV, alimentaron rumores sobre un acercamiento del intendente con el sciolismo.

Insaurralde prefirió guardar silencio, pero en su comando de campaña desautorizaron al concejal. “Se le calentó el pico”, dijeron al desestimar ese posible entendimiento.