Atinada advertencia sanitaria sobre posibles contagios de un mal similar al dengue

No puede menos que considerarse atinada la advertencia hecha pública por las autoridades sanitarias argentinas, destinada a que se extremen los controles preventivos por parte del alto número de turistas que viajaron este verano al Brasil y Colombia y que pudieran contagiarse la enfermedad del zika. Como se sabe, en esos países se registra una presencia expansiva del virus del zika, confirmándose en la Argentina la detección de cinco casos importados.

Tal como se informó, el zika es transmitido por el mismo vector del dengue y la chikungunya, el mosquito aedes aegypti, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 1º de febrero “emergencia sanitaria mundial” por el virus.

Como se sabe, desde el ministerio de Salud nacional se afirmó que existe una preocupación compartida en todo el Continente, porque el zika se extendió a 26 países de América latina. En la Argentina se registran cinco casos de zika, todos importados, confirmados, pero está la preocupación porque una importante cantidad de turistas argentinos ha ido a zonas con altos niveles de circulación viral, como el norte de Brasil y Colombia.

Desde el área de Epidemiología de nuestro país se aseguró que “no hay circulación” en el país del virus de zika y chikungunya. En ese sentido, se sostuvo que el primer caso de zika registrado en el distrito de Pergamino Aires fue importado, como los otros cuatro que se registran en Argentina.

Fuentes de ese organismo, sin embargo, no ocultaron su inquietud ante el hecho de que ahora existe una gran cantidad, en aumento, de pacientes que sufren dengue, así como la corroboración de que muchos de esos casos son autóctonos, como ocurre en algunos distritos del Gran Buenos Aires.

En cuanto a la enfermedad del zika, las autoridades sanitarias de nuestro país indicaron que la patología puede presentarse de forma moderada o aguda después de un período de incubación de 3 a 12 días, con síntomas como fiebre, conjuntivitis no purulenta, dolor de cabeza, dolor de cuerpo y en articulaciones (principalmente manos y pies), decaimiento, sarpullido e inflamación de miembros inferiores.

No pueden menos que considerarse oportuno este alerta, que se da en el marco de la detección de una mayoría de casos de la enfermedad en países americanos, tales como Brasil, Perú y Paraguay, luego de su propagación por Centroamérica y el Caribe y que la transmiten los mismos vectores que el dengue: los mosquitos Aedes albopictus y, el más popular, Aedes aegypti, aunque, como se ha dicho, existen numerosos casos autóctonos de dengue.

Dado que los agentes transmisores son los mismos, las medidas preventivas que hay que tomar por el zika y el chikungunya son muy similares a las que se vienen difundiendo por el dengue. Por lo tanto, la clave es empezar por casa, eliminando todo objeto que pueda acumular agua, porque es en ellos donde la hembra del mosquito pone los huevos. Está claro que la presentación hace algunos años de casos de dengue en la región -así como también los de hantavirus- hicieron recrudecer la alarma en una zona que, como la nuestra, se ha visto castigada en las últimas décadas por la aparición de estos flagelos sociales que castigan, muy especialmente, a los habitantes de los asentamientos marginales.