El mazo de las Primarias ya muestra algunas cartas

Por JOSE PICON

A poco menos de dos meses de que venza el plazo para la presentación de las candidaturas, algunos misterios en torno de las Primarias de agosto comenzaron a develarse.

Restan todavía resolver cuestiones centrales, de fondo en algunos de los principales armados políticos bonaerenses. Pero aún con las indefiniciones que sobrevuelan en los principales frentes electorales, en los últimos días comenzaron a surgir una serie de indicios vinculados no tanto a darle respuesta a las inquietudes de la gente sino a la propia dinámica e intereses de la fuerzas políticas.

El oficialismo es un buen ejemplo en ese sentido. Algunas sospechas que sobrevolaban -lo hacen todavía- referidas a la arquitectura electoral que utilizará en las PASO empezaron a tomar cierta dosis de certeza.

¿SIN COLECTORAS?

Con una pizca de timidez porque nadie se atreve a descartar un golpe de timón de último momento activado desde la Casa Rosada, en el FpV empezó a hablarse de que esta vez no se echaría mano a uno de los recursos más temidos por los intendentes: las ya célebres listas colectoras.

Para este turno electoral el oficialismo no apelaría al recurso de dividir “abajo”, en los distritos, los votos propios en los comicios generales de octubre. Desecharía, se dice por estas horas en el peronismo provincial, la habilitación de listas locales ultra K enfrentadas a los alcaldes, tal como ocurrió hace dos años en algunas comunas como Florencio Varela, La Plata, Ituzaingó y Berisso y que, de repetirse en la cita electoral que se viene, pondría en riesgo el eventual triunfo del FpV en no pocos distritos.

Ya no se trata de una mera expresión de deseos de los intendentes: algunos integrantes del PJ bonaerense se animan a blanquear que las colectoras quedarán archivadas para esta ocasión.

En cambio, el oficialismo se apresta a darle forma a una ingeniería electoral que se ha bautizado “todos con todos”.

Lo dijo con todas las letras en las últimas horas uno de los precandidatos a gobernador, Julián Domínguez: los candidatos en la Provincia podrán ir pegados a todos los aspirantes a la Casa Rosada.

Ese mismo esquema se derramaría a los distritos. Y allí aparecerían las listas ultra K que competirían contra algunos intendentes como el caso de Lanús, Quilmes o Florencio Varela, donde están anotados dirigentes de La Cámpora o Nuevo Encuentro.

Lo harían en las misma condiciones que los intendentes: llevando a todos y cada uno de los presidenciales y aspirantes a la Provincia.

Este esquema conforma a medias a los jefes comunales: se librarían de las molestas colectoras, pero deberán enfrentar a sectores K de paladar negro sin tener la exclusividad de poder ir con el candidato que mejor mide, hoy por hoy, Daniel Scioli.

La variante genera inquietudes instrumentales: si no hay freno y se habilita internas amplias en las comunas, los cuarto oscuros estarán repletos de boletas del FpV.

Si se confirman las versiones en el sentido de que el oficialismo termina habilitado tres fórmulas presidenciales y tres para la Gobernación, el abanico será amplio. Sólo por tomar un ejemplo, el “todos con todos” implicaría, en una comuna con dos precandidatos a intendentes, la presencia en el cuarto oscuro de la friolera de 18 boletas del FpV y sus distintas combinaciones.

Previendo que el sistema se desmadre, ya estaría dando vueltas la idea de “ordenar” los distritos para no habilitar más de dos nóminas a nivel local.

Pero el FpV no será, en caso de confirmarlo, la única oferta electoral que echará mano a esta alternativa de multiplicar boletas. Margarita Stolbizer decidió que en territorio bonaerense sus laderos también apelen al “todos con todos”.

Será, obviamente, un esquema más acotado porque el frente de centroizquierda tiene un solo candidato presidencial -la propia Margarita- y dos aspirantes a la Gobernación: Jaime Linares y el dirigente de Libres del Sur, Jorge Ceballos.

Pero además, se decidió poner un límite a las pujas locales: sólo un candidato por fuerza que integra la coalición (el GEN, socialistas y Libres del Sur) podrá ir a elecciones con la boleta larga.

TRAS EL VICE DE VIDAL

Mientras tanto, arrancaron con algo más de firmeza los contactos entre el macrismo y los radicales bonaerenses para darle forma al acuerdo en la Provincia.

Cuentan que hace unos días el presidente del Comité bonaerense de la UCR, Ricardo Alfonsín, pasó por algunas oficinas clave del gobierno porteño donde, se comenta, habría dejado explicitadas cuáles son las pretensiones del centenario partido en el armado bonaerense.

Los trascendidos señalan que Alfonsín habría planteado un esquema similar al que venía trascendiendo: que la UCR pretende contar con el 50% de las listas de legisladores bonaerenses.

En el PRO no habría disposición para tamaña generosidad. Algunos macristas hablan de que podría haber un 50% pero para “todos” los aliados, es decir, no sólo radicales, sino también la Coalición Cívica y otros sectores sueltos que se fueron sumando al acuerdo electoral.

La otra cuestión tiene que ver con la fórmula para la Gobernación. Con el correr de los días se robustece la idea de que María Eugenia Vidal terminará siendo la única candidata del espacio en la Provincia.

El otro candidato lanzado, Gustavo Posse, sigue sin encontrar el respaldo que busca. Los intendentes radicales le ratificaron en las últimas horas a Alfonsín que el alcalde de San Isidro no los representa. Pero también afronta la negativa del macrismo a darle igualdad de condiciones para ir a las Paso, ya que le retacea la boleta presidencial de Macri.

Posse viene amagando con dar de todas formas la batalla con una boleta corta, esto es, sin llevar candidato presidencial. Pero pocos creen que ese proyecto se termine plasmando cuando llegue el cierre de listas.

Sin un nombre taquillero propio, los radicales, en tanto, van de a poco convenciéndose de que deberán conformarse con poner el compañero de fórmula de la macrista Vidal.