El sistema electoral en medio del temporal

E l escándalo político que se desató en Tucumán a raíz de las irregularidades que se detectaron en las elecciones provinciales, puso en alerta a la Justicia. La preocupación de los magistrados que tienen competencia electoral es por estos días el comentario más extendido en Tribunales y el Congreso, donde los bloques de la oposición presionan por una reforma del añejo sistema.

En particular, los jueces más preocupados por las derivaciones del colapso tucumano son Santiago Corcuera, Alberto Dalla Vía y Rodolfo Munné, quienes integran la Cámara Nacional Electoral y mantienen, desde ese tribunal de alzada, un prestigio de imparcialidad política ganado con el paso de los años. Pero saben que las críticas también llegarán a sus despachos.

Por eso, ya emitieron una acordada en la que recomiendan la implementación del sistema de “boleta única” en reemplazo del actual mecanismo que multiplica las papeletas de todas las fuerzas políticas en las mesas de votación. Y también trasladaron su preocupación al titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, quien los recibió la semana pasada en el Palacio de Tribunales.

Los tres magistrados advirtieron que las irregularidades se vienen constatando en las últimas cuatro elecciones nacionales, de 2007 a 2013, y llamaron la atención sobre la “imperiosa” necesidad de cambiar el sistema, pero en rigor eso no depende de ellos sino del Congreso. Allí, los principales bloques opositores unificaron una postura al calor del grave caso de Tucumán.

proyecto conjunto

Según pudo saber EL DIA, los diputados macristas, massistas, radicales, socialistas y “margaritos” avanzan con un proyecto conjunto para implementar el sistema de boleta única -similar al que se utiliza en Santa Fe- el próximo 25 de octubre. Ese acuerdo se fijó pese a que el PRO y el FR son partidarios, en rigor, de saltar directamente hacia la “boleta electrónica”.

Pero ante la insistencia de radicales y socialistas, el macrismo y el massismo privilegian la unidad del espacio opositor, que aún aguarda una respuesta de la presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, la oficialista Diana Conti, sobre un pedido de convocatoria a ese cuerpo para tratar las propuestas de reforma electoral.

De movida, la legisladora ultrakirchnerista advirtió que no está dispuesta a facilitar ese ámbito para discutir la reforma, pese a que varios gobernadores justicialistas que impulsan la candidatura presidencial de Daniel Scioli admitieron que el sistema debe cambiarse. Sin embargo, el oficialismo aduce que no se pueden hacer modificaciones en pleno proceso.

La “boleta única” no podría ser aplicada en octubre por resolución de la Cámara Nacional Electoral. Sería inconstitucional

De hecho, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró un “sin sentido” pensar en la posibilidad de cambiar el sistema de votación a menos de dos meses de los comicios, al tiempo que afirmó que “el cronograma electoral se cumplirá según lo previsto”. El funcionario transmitió así la postura de la presidenta Cristina Kirchner, refractaria a una reforma.

Por ese motivo, los bloques parlamentarios opositores saben que tienen nulas chances de avanzar con sus proyectos, sobre todo teniendo en cuenta que las reformas electorales requieren de mayorías agravadas para su sanción. Esto es, la mitad más uno de la totalidad de los integrantes de la Cámara de Diputados y del Senado. Algo imposible por el momento.

La “boleta única” tampoco podría ser implementada en octubre por una resolución de la Cámara Nacional Electoral, porque sería inconstitucional que se modifique el sentido de una ley desde los tribunales, sin la aprobación previa del Congreso. No obstante, los bloques de oposición consideran que “se logró instalar en la sociedad la necesidad de la reforma”.

Eso, en términos políticos, puso a la defensiva al Gobierno y a su candidato Scioli, que pagaron los platos rotos por las trapisondas del oficialismo tucumano, con el mandatario José Alperovich a la cabeza, que ayer directamente admitió el reparto de bolsones de comida entre los votantes. Anoche, miles de personas volvieron marchar hacia la Plaza Independencia.

De todos modos, en las fuerzas opositoras saben que el tribunal electoral tucumano convalidará la victoria del oficialista Juan Manzur sobre el opositor José Cano entre el 15 y el 20 de septiembre. Y pese a las notorias irregularidades detectadas, encuentran una limitación para avanzar con el reclamo judicial, ya que la competencia provincial no las beneficia.

hasta la corte

En Tucumán, como en otras provincias argentinas, los dirigentes de oposición consideran que los jueces se encuentran dentro del esquema de poder del Gobierno de turno. Por eso, el radical Cano presentará la denuncia ante la Cámara en lo Contencioso Administrativo y dijo que, de ser necesario, irá recorriendo todas las instancias hasta llegar a la Corte nacional.

Pero esa estrategia no tendría garantizada su atraco en buen puerto. No obstante, Cano seguirá adelante con sus denuncias de fraude y buscará hacerle pagar el costo político al oficialismo provincial. Una jugada similar intenta la oposición a nivel nacional. Tal vez, el escándalo tucumano sirva a modo de advertencia para que las elecciones generales de octubre sean más prolijas.

Porque la transparencia, a esta altura de las circunstancias, ya es muy difícil de considerar.