El sistema eléctrico de la Ciudad, indefenso frente a las contingencias climáticas

Las reiteradas deficiencias del servicio eléctrico de la Ciudad, que afectan a vecinos del casco céntrico, de la periferia y de las numerosas localidades del distrito -que se traducen también en cortes y otras anomalías en el funcionamiento de los semáforos- se ven agudizadas cuando se registra alguna contingencia climática, por mínima que sea su intensidad. De allí que deba reclamarse a los responsables de este servicio la toma de medidas que impliquen un fortalecimiento integral del sistema.

Tal como se informó recientemente, los semáforos de la esquina de 13 y 36 dejaron de funcionar el martes en horario central a partir de un corte de luz en esa zona, en un episodio que coincidió con la tormenta que se descargó al mediodía. En realidad, poco después pudo advertirse que a lo largo de la avenida 13 fueron varios los semáforos que aparecieron apagados, en una situación que obligó a la presencia de inspectores comunales que se apostaron en esos cruces para ordenar el tránsito automotor.

Según se explicó, al ocurrir un corte de electricidad se ve involucrado también el circuito de ordenadores lumínicos de la zona, los distintos equipos dejan de funcionar y el sistema se desconfigura. Como se sabe, en oportunidades y con posterioridad. suele quedar también alterada la llamada “onda verde”, como ha ocurrido recientemente con los semáforos de la avenida 13 que habitualmente allanan el ingreso desde 32 hasta la plaza Paso, sin necesidad de que los automovilistas detengan su avance en ninguna transversal. Estos y otros problemas relacionados demuestran la necesidad de que se adopten especiales recaudos para atenuar los problemas con la electricidad. Desde luego que no son sólo los semáforos los que dejan de funcionar, sino que los vecinos padecen en sus domicilios o comercios la endémica fragilidad del servicio eléctrico, viéndose obligados a soportar apagones prolongados en muchas ocasiones.

Pero otra de las constantes que deben enfrentar los vecinos se relaciona con los insistentes reclamos que se presentan ante Edelap, sin lograr respuesta alguna por parte de algún responsable de la empresa, salvo el contenido de una grabación que demanda una serie de datos sin tampoco brindar ningún tipo de información. En ese sentido, es llamativa y contrastante la premura con que, en cambio, actúa la concesionaria, a la hora de intimar a los clientes cuando incurren en mora con sus pagos.

Resulta ciertamente inexplicable la falta de previsión por parte de las autoridades responsables, tanto en lo que se refiere a la incapacidad del suministro para responder a los habituales picos de demanda, que se producen durante los días de más calor y en las tradicionales fiestas de fin de año, como la no aplicación de programas y acciones destinadas a enfrentar la debilidad de un servicio que se resiente frente a cualquier fenómeno climático.

Si a tantas fallas estructurales -derivadas de una manifiesta falta de inversiones en el área energética en las últimas décadas- se suman las que responden a las recurrentes eventualidades meteorológicas frente a las cuales el sistema eléctrico aparece cada vez más indefenso, resulta impostergable que tanto las empresas responsables como el Estado extremen recaudos para garantizar no sólo una mayor confiabilidad del servicio sino, en su caso, el más pronto restablecimiento cuando se presenten las emergencias.