Entre leyes y cadenas

Si por algo se van a recordar las presidencias de Cristina Kirchner, es por la enorme cantidad de proyectos de ley que envió el Poder Ejecutivo al Congreso nacional. Tal vez, porque la propia mandataria fue legisladora antes de llegar a la Casa Rosada. O quizás porque siempre contó con mayoría en el parlamento, que de acuerdo a la oposición se convirtió en una “escribanía”.

Esa tendencia se mantiene incluso en medio de la campaña presidencial. Esta semana, tanto la Cámara de Diputados como el Senado tendrán actividad para tratar el Presupuesto 2016, un proyecto que ratifica la resolución de la ONU sobre las deudas soberanas y la Ley de Actores. A su vez, Cristina mantendrá su costumbre de dirigirse a los argentinos por la cadena nacional.

A tal punto, que podría hablar cuatro veces en los próximos días: el lunes en Tecnópolis, el miércoles en La Matanza, el jueves en Berisso y el viernes otra vez en Río Gallegos, donde la Presidenta se involucró personalmente en la campaña de su hijo Máximo para ser diputado nacional y en la de su cuñada Alicia Kirchner para la Gobernación de la provincia sureña.