Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Opinión |ENFOQUE

Estados Unidos, una economía que da sueño

Estados Unidos, una economía que da sueño

Estados Unidos, una economía que da sueño

Por ROBERT SAMUELSON

27 de Agosto de 2016 | 03:02

A la de Estados Unidos se la puede considerar como una economía que da sueño. Alrededor de dos meses antes de la elección presidencial, la economía norteamericana desconcierta y, al mismo tiempo, es aburrida. No impresiona a casi nadie, y sin embargo su desempeño lento y pesado probablemente ayude a Hillary Clinton pues minimiza las malas noticias económicas. Pero lo que es más importante: Su deslucida expansión, si continúa unos años más, representará un enorme logro. Borrará finalmente, la mayoría de las pérdidas de la Gran Recesión.

Por supuesto, no sabemos si continuará así unos años más, o incluso después de la elección. La verdad es que no sabemos cuán fuerte o débil es la economía. Los indicadores económicos más fiables no son ilustrativos, porque cuentan historias opuestas.

¿RECESION EN PUERTA?

Por un lado, el producto bruto interno -la producción de la economía- sugiere que la economía podría estar al borde de una recesión. En la primera mitad de 2016, el PBI “real” (ajustado a la inflación) se elevó a una tasa anual de alrededor de un 1 por ciento. Las recesiones generalmente ocurren cuando el PBI declina durante dos trimestres consecutivos. Contrastando con eso, las cifras relativas a los puestos de trabajo muestran una economía en auge. Los puestos de la nómina aumentaron a un promedio de casi 200.000 al mes, en 2016; la lectura de julio fue 255.000.

El conflicto es inescapable. En un comentario, el economista Joseph Carson, de AllianceBernstein, lo expresó de la siguiente manera:

“Como regla, las empresas agregan a los empleados existentes cuando la demanda de su productos o servicios está en alza y/o el trabajo atrasado está creciendo y tarde o temprano necesitará una mayor cantidad de aporte de mano de obra. Sin embargo [cifras recientes del PBI no reflejan] condiciones comerciales que entusiasmarían a las empresas [para realizar] agregados... de personal.”

En el papel, esas opiniones divergentes pueden reconciliarse. Una de las guías estadísticas, o ambas, podrían ser incorrectas. Es posible que el PBI no incluya correctamente -por razones técnicas- las contribuciones realizadas por Internet y los medios sociales. Si es así, la producción de la economía está subvalorada, y el crecimiento económico es más fuerte de lo que las cifras oficiales reportan. Carson asume esa posición.

A diferencia de eso, la estadística del empleo podría ser lo que los economistas llaman un “indicador a la zaga”. Las decisiones de contratación y despidos de los empleadores reflejan experiencias recientes más que predicciones futuras. Los empleadores no comienzan a contratar hasta que la recuperación se haya establecido plenamente; en forma similar, siguen contratando hasta que una recesión les da de lleno en la cara. Si es así, las fuertes contrataciones que tienen lugar hoy podrían indicar un optimismo faso. Las cifras más débiles del PBI podrían reflejar la realidad más precisamente.

GANANCIAS EN CAIDA

Hay muchas otras confusiones. Según el Departamento de Comercio, las ganancias corporativas después de los impuestos cayeron un 5 por ciento en 2015. La debilidad ha continuado este año. No importa. Las acciones se están cotizando a cifras casi récord y el Wall Street Journal tituló la semana pasada un análisis “El Mercado de Valores está inquietantemente silencioso.” El artículo señalaba que la “volatilidad” -los cambios de precios día a día, en cualquier dirección- es la menor desde 1995, según una medida.

Naturalmente, hay una posible desventaja. “El silencioso mercado ... llevó a algunos a temer que se esté cerniendo una tormenta, ya que en el pasado los períodos tranquilos frecuentemente trajeron agudas correcciones,” dijo el Journal. Para algunos analistas, los precios de las acciones son “exagerados”.

O hablemos de la vivienda. “Finalmente [se está] volviendo sana”, señaló el reportero económico del New York Times, Neil Irwin, la semana pasada. Citó fuertes ventas de viviendas nuevas y ya existentes, además de un resurgimiento de la construcción. Aún así, a pesar de la recuperación, la construcción de viviendas en 2016 sigue estando un 36 por ciento por debajo del nivel de 2006. Muchos compradores potenciales no pueden pagar los precios del mercado, dice el Wall Street Journal.

La mayor incertidumbre es la Reserva Federal. En la década de 1990 y principios de la del 2000, parecía todopoderosa. Unos pocos toques en su tasa de interés a corto plazo mantenían la expansión de la economía. Ahora, la Fed parece débil. Para acelerar la recuperación, mantuvo las tasas de interés bajas desde 2008, con una pequeña subida el año pasado; también compró más de 3 billones de dólares en bonos para reducir las tasas de interés a largo plazo. Pero la economía se niega a acelerar su ritmo, al menos tal como lo mide el PBI.

DESAFIOS

¿Qué puede hacer la Fed? Elevar las tasas de interés, como sugieren las cifra relativas al empleo. O mantener las tasas bajas, como implican las cifras del PBI. El debate ruge. La semana pasada, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que los argumentos para elevar las tasas se “fortalecieron”.

Si no están confundidos, no están prestando atención. Estudiar las contradicciones de la economía da sueño y no puede llegarse a conclusiones. Nadie realmente comprende la brecha entre el PBI y las cifras relativas al empleo. Pero la situación en el terreno parece menos misteriosa. Estamos cerca del pleno empleo. La confianza del consumidor es sólida, pero no espectacular. Todo eso debe agradar a Hillary Clinton, porque atenúa el descontento económico. La tarea de Donald Trump se vuelve más difícil.

La recuperación ha traído una mezcla confusa de prudencia, temor y alivio. La gente recuerda con ansiedad la Gran Recesión. Casi nadie está contento con el crecimiento económico lento resultante. Aún así, hemos llegado a una situación no tan mala. Podríamos llegar a una que fuera peor que seguir de la misma manera. Quizá lo hagamos.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla