Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Opinión |PUNTOS DE VISTA

Gobiernos populistas y simulacros institucionales

Gobiernos populistas y simulacros institucionales

Gobiernos populistas y simulacros institucionales

28 de Julio de 2015 | 02:55

Por SERGIO R. PALACIOS (*)

Un gobernante está muchos años en el Poder. El sistema lo permite. La calidad de vida de los habitantes de ese lugar cae con cada año. Sus problemas de acceso a los servicios de salud aumentan. La inseguridad más aún, entre otros tantos aspectos de la relación gobernante-gobernado. Pasados cuatro años los mismos habitantes reeligen a ese mismo gobernante. Esto puede repetirse en ciudades y provincias elección tras elección hasta que la muerte los separe. Los matrimonios terminan por fallecimiento de uno de los cónyuges y también por divorcio, pero según podemos ver la reelección es una institución más exitosa y duradera. ¿No es curioso?

La libertad, la igualdad, no derivan de un sistema jurídico que las reconoce como derecho, sino de cómo el sistema es aplicado y de los elementos que fácticamente le dan fisonomía. Será el sistema político e institucional el que se ocupará de hacer realidad lo que la ley y la Constitución dice o crear un simulacro en su lugar.

LA ETERNA REELECCION

La posibilidad de “reelección eterna”, fue creada por el sistema político como un elemento que da fisonomía condicionada a la “libertad e igualdad” reconocidas constitucionalmente. Tenemos aquí una herramienta esencial del populismo en nuestro país. Donde está permitida la reelección continua, se aplica al máximo. Si sólo es una vez, se alterna con alguien del entorno continuamente, inclusive con familiares. En todos los casos el liderazgo es el que determina la forma de la Institución, no la ley.

En las reelecciones eternas, o alternadas, hay un ejemplo de “simulacro”. Bajo el discurso “es la gente la que decide si el Intendente o tal Gobernador será reelecto” se comienza a dibujar un simulacro institucional. Se muestra como un derecho del pueblo, cuando en realidad nace para beneficiar a una sola persona.

Las elecciones democráticas están para que un universo de personas elija a uno o algunos para representarlos. Las reelecciones solo benefician a una persona: a aquel que podría ser reelegido, ya que la gente igual iría ese día a votar.

Se trata de un único interés diferenciado por un derecho exclusivo que genera una situación anómala en la Democracia: la posibilidad de superponer intereses contrapuestos. Uno es el deber del gobernante de favorecer el interés general. El otro es gobernar en interés propio tomando decisiones en función de un objetivo que solo lo beneficia a él.

El “reeleccionismo sin límites temporales” como herramienta del populismo necesita consolidar el subdesarrollo. La base clientelar sobre la que se accionará es la pobreza vista perversamente como un “mercado electoral”. Desde allí, retroalimenta la dependencia del “gobernante” y la posibilidad de tener algo, o no tener nada. Si el gobernante sacara de la pobreza a la gente se rompería esa dependencia y perdería este singular “mercado”. La gente sería libre y buscaría progresar.

El Populismo actual como forma de la política en la idea de Laclau, necesita que la sociedad se mantenga neutra. Que delegue todo en el “líder” que los representará.

Las instituciones deben sustituirse con la voluntad de ese líder que al haber sido elegido por el pueblo, no debe admitir límites de ningún tipo: un Juez o Tribunal no puede ir contra la voluntad popular. Lo que se denomina “exacerbación del populismo”.

Las instituciones deben sustituirse por la voluntad del líder que no debe admitir límites

¿Cuál sería la diferencia con el peronismo 1945-1955? Aquél tenía una visión productiva. El trabajador era quien producía y recibía un reparto más equitativo de la renta nacional. Los derechos creados desde el primer gobierno de Yrigoyen y los dos de Perón eran para quienes participaban del esfuerzo de construir el país.

Hoy, el “relato” sustituyó el modelo productivo-distributivo del propio peronismo. El populismo se sostiene sobre la idea del consumo y no existe en su lenguaje la palabra producción. Basta analizar las medidas de expansión monetaria que se suman a un discurso donde el consumo borra la cultura del ahorro y la inversión. Así el kirchnerismo -como la convertibilidad menemista- se apoya en la creación de una ilusión de riqueza que nadie produce.

Esa ilusión aparece como real a la hora de poder consumir endeudándose en cuotas y se muestra como verdadera ilusión cuando se corta la energía eléctrica, y debemos tener restricción cambiaria, entre otras razones, para saldar la importación de recursos energéticos por sumas anuales que rondan los 13 mil millones de dólares.

LIDERES EMPODERADOS

El reeleccionismo y el populismo han “empoderado” a sus líderes, no a la sociedad. Y han sustituido al capitalista que explotaba la necesidad del trabajador por el gobernante que pasó a ocupar su lugar.

El populismo en la Argentina tomó nota de una señal peligrosa. Lula en Brasil se abocó a los problemas de la pobreza y de los barrios sumergidos en la droga y la violencia. Empoderó a la sociedad y produjo ascenso de clases bajas a clase media (sentido inverso a nuestro país). La continuidad con Vilma tuvo que enfrentar a una sociedad que había progresado y por ello con pretensiones de vivir mejor y con más derechos.

En Brasil, Chile, Uruguay, es la sociedad la que determina la dirección del progreso social con las demandas a sus gobernantes. Allí hay espejos de Democracias para poder reconocer la realidad del sistema, que pasan de gobiernos socialistas a más conservadores para luego volver a correrse a la izquierda.

Por ahora, aquí solo podemos ver simulacros y políticas concentradoras de poder para favorecer proyectos de la nueva clase dominante.

Esperemos que la sociedad despierte de la anestesia populista y entienda que para ingresar a una democracia con mayúsculas se deben crear bases para liberar a la población de la pobreza y marginalidad y del yugo que los mercantiliza viendo en ellos votos dependientes y no seres humanos.

 

(*) Abogado, Prof. de Economía Política en la Fac. de Ciencias Jurídicas y Soc. UNLP

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla