Inquietante aumento del consumo de psicofármacos y alcohol entre los jóvenes

El ostensible mayor consumo de alcohol y psicofármacos entre los jóvenes, por sobre el de las drogas ilegales, detectado por relevamientos realizados a 100 mil estudiantes de escuelas públicas y privadas, obliga a los estamentos del Estado y a la comunidad a analizar en profundidad estas referencias, así como a reforzar los mecanismos de prevención para combatir esos hábitos.

Los especialistas confirmaron que la ingesta de bebidas alcohólicas y la de psicofármacos resulta ser muy superior a la de sustancias ilegales, advirtiéndose además que estos consumos son más perjudiciales, socialmente, que los de paco o cocaína. Fue el propio titular de la Sedronar quien señaló que debe dejarse de pensar que el único problema de las drogas es el paco, y que los psicotrópicos y el alcohol no tienen nada que ver con la problemática sociosanitaria de nuestro país, porque estas sustancias son las que más perjuicio sanitario provocan.

Durante las jornadas que se realizaron en el Senado de la Nación, organizadas por la Asociación Civil Intercambios, se dio a conocer el relevamiento que arrojó que el principal consumo problemático es el alcohol y en segundo lugar, el acceso a psicotrópicos, mientras que en tercer lugar y bastante más lejos, el estudio posicionó el acceso y consumo de las drogas consideradas ilegales, como la marihuana, el paco o la cocaína.

Se indicó que cada año ingresan más chicos al consumo, bajando incluso el promedio de inicio a los 13 años de edad y sin diferenciar entre varones y mujeres. Asimismo, crecen las consultas por intoxicación e incluso por sobredosis en las guardias de los hospitales los fines de semana, producto de la asociación de bebidas alcohólicas y psicofármacos, y el verano es un alerta extra, donde se multiplica la ingesta en los jóvenes hasta en un 400%.

Además, se detalló que, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud, el consumo abusivo de alcohol mata cada año a 3,3 millones de personas (representa el 6% de todas las muertes en el mundo), e identifica a la Argentina como el segundo país de América Latina con mayor consumo per cápita anual, con 9,3 litros, solo superado por Chile con 9,6.

En el caso de nuestra ciudad, numerosos artículos publicados en este diario han venido aludiendo al desmedido consumo de bebidas alcohólicas por parte de los jóvenes, ya sea en las llamadas previas o en los mismos boliches. Estas y muchas otras referencias permiten concluir que se ha venido instalando entre los jóvenes una suerte de cultura permisiva, muy perniciosa por cierto, que principalmente desconoce los efectos nocivos que causa el consumo excesivo de alcohol y, en especial, asociado al de psicofármacos.

Frente a esa realidad no alcanza con la mera vigencia de leyes restrictivas, sino que es preciso promover programas educativos de concientización. Desde esta columna se ha insistido en que es fundamental prestar especial atención a las conclusiones obtenidas en diferentes investigaciones, según las cuales el consumo excesivo de alcohol genera dependencia física y psíquica, sin que sea posible manejarla a voluntad. Sin duda muchos de los precoces consumidores lo hacen por imitación, por influencia del grupo, por alardes típicos de la edad o también por conflictos familiares. Pero sea cuál fuere la razón, es imprescindible formar conciencia entre los jóvenes, lo que requiere una tarea ilustrativa por parte de todos, en particular de la familia y la escuela.