Inquietud por la aparición de varios casos de dengue en Córdoba, Santa Fe y San Luis

La aparición de un brote de dengue en la provincia de Córdoba, donde se conocieron unos 70 casos, y la de otros tres en Santa Fe, indujo a esta provincia a declarar un alerta sanitario, recomendándose a los santafesinos que viajen al vecino distrito mediterráneo a que extremen prevenciones para evitar el contagio. Protegerse de las picaduras de mosquito con el uso de repelentes y evitar la circulación en los horarios donde se intensifica su presencia forman parte de las recomendaciones formuladas por las autoridades sanitarias. Pero también fue detectado el primer caso de dengue en la provincia de San Luis.

Tal como se detalló en medios metropolitanos, los tres casos en Santa Fe fueron detectados en jóvenes que habían viajado a Brasil y México, lo que significa que no se trataron de casos autóctonos. Pero al tomarse en cuenta la cercanía de la provincia de Córdoba, en la que se registraron 70 casos y el cotidiano intercambio de personas entre los dos distritos, que se incrementará en la Semana Santa, se decidió extremar las medidas preventivas.

A su vez, también este fin de semana pasado fue confirmado por las autoridades sanitarias de San Luis el primero de los casos de dengue en lo que va del año, que afecta a un hombre joven que había viajado a Brasil y que no reviste gravedad. No obstante esto último, los casos reportados en las tres provincias motivaron que el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires iniciara el domingo pasado una campaña de prevención en los distintos barrios.

Tal como se sabe, en años anteriores hubieron más de 750 mil casos y más de 300 muertes en Brasil, Paraguay y Bolivia, países con gran cantidad de migrantes y turistas que ingresan y salen del país y que podrían provocar el ingreso del virus en la Provincia , según advirtió en su momento el ministro de Salud provincial.

Las campañas oficiales para frenar el dengue consisten en insistir con las tareas de descacharrado, la distribución de productos químicos para que no se desarrolle el mosquito en grandes recipientes utilizados para juntar agua, y monitorear ovitrampas y larvitrampas, dispositivos que permiten detectar la presencia del mosquito transmisor. Paralelamente, ante síntomas como fiebre alta, decaimiento, dolores musculares y articulares, de cabeza y detrás de los ojos, se recomienda consultar inmediatamente al médico o a los servicios de salud.

Resulta ineludible recordar que algunas de las medidas de prevención anunciadas en años anteriores -entre otras, las fumigaciones realizadas en tiempo para evitar la proliferación del mosquito transmisor de esta enfermedad- no pasaron luego de ser meras declamaciones, pues no se convirtieron en hechos concretos. No obstante, sobre todo en los últimos años, el contexto sanitario y algunas dramáticas experiencias registradas autorizan a depositar una mayor confianza en las políticas preventivas vigentes.

Se ha dicho también, reiteradamente, que en el caso del dengue, preocupa la concientización de los sectores más vulnerables. Entre ellos, de las personas que ya tuvieron la enfermedad -en riesgo potencial de contraer dengue hemorrágico- y de los habitantes de los asentamientos marginales, en los que las mismas casas, de chapa y en las que se utilizan neumáticos para sostener los techos, pueden actuar como criaderos de mosquitos.