Internas y refuerzo de relaciones

La interna de la UCR definirá hoy cómo será la futura relación con Julio Garro. A pesar del acuerdo de lista única a nivel provincial, La Plata y más de 30 ciudades bonaerenses tendrán contienda. Luego de varias quejas públicas de dirigentes para con la gestión local, el sector más dialoguista de los radicales y el más díscolo someterán a votación la conducción de la Junta Central con dos miradas sobre la gestión local que ponen en debate su rol dentro de la alianza Cambiemos.

Crítico con el Intendente, Sergio Panella postula una dirigencia del radicalismo local con posturas diferentes a las de Julio Garro en temas clave de la Ciudad, mencionando entre otros el funcionamiento del Mercado Regional, el soterramiento del tren desde Tolosa a 1 y 44, y el sistema de cooperativas que trabajan en el espacio público. Son cuestionamientos que viene realizando junto a quien fue su adversario radical en las PASO del año pasado, Claudio Pérez Irigoyen, en la construcción de un espacio que cuenta además con la concejal Florencia Rollié y el actual vicepresidente de la UCR platense, Marcelo Viñes.

Por otro lado se erige como adversario Claudio Frangul. El edil cuenta con el apoyo del alfonsinismo, el storanista y titular de la Junta, Marcelo Uriarte, y sectores juveniles del radicalismo. Y sostiene que, sin dejar de fijar una posición en los temas clave, la UCR debe fortalecer Cambiemos desde un lugar “más orgánico” y comprendiendo la pesada herencia municipal que recibió el Intendente.

Estas dos posturas, que no eluden hablar de la posibilidad de PASO a nivel local- se enfrentarán hoy y definirán las futuras relaciones dentro del frente para con Julio Garro.

Mientras esa pugna partidaria se dirime, en línea con el presidente Mauricio Macri y la gobernadora Vidal, el Intendente y varios de sus funcionarios mostraron esta semana su apoyo a la pata peronista de la alianza, cuando participó activamente del acto que Gerónimo “Momo” Venegas encabezó en esta ciudad con motivo del 17 de octubre.

Detrás de estos gestos y muestras de fuerza se encontrarán sin duda los diálogos que conduzcan a los acuerdos con miras a las legislativas de 2017, donde los objetivos se centrarán en la necesidad de engrosar el número de concejales propios. Pero Garro sabe que, además de reforzar relaciones con los partidos que integran su frente, deberá tejer acuerdos estratégicos y sólidos con la oposición, empujado por un escenario en el Concejo en el que no cuenta con votos para la sanción de ordenanzas clave.

La votación del aumento de tasas de la semana anterior contó con el apoyo del Frente Renovador. Algo similar podría esperarse del expediente del Presupuesto municipal para el año próximo que el Ejecutivo envíe al cuerpo deliberativo en menos de diez días. Pero al igual que María Eugenia Vidal, el jefe comunal evalúa que el año que viene el massismo podría convertirse en uno de sus adversarios principales y, por eso, mantiene incipientes y discretos acercamientos con el Frente para la Victoria.

Por eso, mientras cada frente profundiza su ordenamiento interno, algunos sostienen que en las próximas semanas Garro invitaría a los concejales de ese bloque a charlar “asuntos de la Ciudad”, en un tímido primer intento de acercar posiciones y asumiendo que pese a las definiciones que faltan en términos políticos el año que viene se asoma y no hay tiempo que perder.