Justificado reclamo de los vecinos de Ringuelet por la falta de cajeros automáticos

Un más que comprensible y justificado reclamo terminan de plantear vecinos de Ringuelet por la falta de cajeros automáticos, en una situación que les plantea desde hace mucho tiempo una diversidad de problemas y que, como bien se conoce, no se circunscribe sólo a ese barrio sino que afecta también a muchos otros vecindarios y a pobladores de localidades situadas en la periferia de La Plata.

Tal como se informó en una nota publicada recientemente en este diario, sacar dinero de un cajero automático puede llegar a representar un verdadero dolor de cabeza para los vecinos de Ringuelet, que denunciaron que hace ya dos meses y medio que no funciona la cabina de entrega de dinero en efectivo instalada en la esquina de las calles 7 y 511, donde hay una estación de servicio.

Destacaron que ese cajero presta en servicio eficaz, de mucha utilidad, pero ahora hace varias semanas que exhibe el temido cartel de “no funciona”.

Señalaron que se presentaron reclamos ante la delegación comunal, en donde se les informó que hasta que la empresa Telefónica no instale una alarma, no será repuesto dinero en el cajero automático.

Los vecinos pusieron de relieve que para quienes viven en ese barrio, la sucursal bancaria más cercana para extraer dinero está en 520, entre 3 y 4, en tanto que la otra más cercana se encuentra sobre el camino Centenario y 502, es decir a gran distancia y que, además, en ese lugar muchas veces no hay dinero disponible en esos cajeros. El problema se agrava si se tiene en cuenta que los cajeros que más demandan deben soportar -y por ende lo que se vacían con rapidez- son los pertenecientes a la red a la que pertenece el Banco Provincia, casa por la que cobran sus salarios todos los empleados públicos provinciales.

Como se sabe, se está hablando de una zona densamente poblada, que tiene además una intensa vida comercial y que dispone de pequeñas industrias, talleres y actividades diversas. La falta de cajeros automáticos constituye, ciertamente, una deficiencia inadmisible para un barrio como Ringuelet.

En numerosas oportunidades, al hablar de los otros tipos de problemas que suelen plantear los cajeros automáticos -como se sabe, ya no se consiguen billetes de valores menores a los de 100 pesos, cuando no se encuentran directamente desabastecidos de dinero- se aludió al servicio esencial que deben prestarle a la población, en especial a los jubilados y a quienes están en relación de dependencia pública o privada y cobran sus haberes a través de ellos.

Pero es claro que la situación que se vive ahora en un barrio muy poblado del norte platense supone, en primer término, una desatención de tipo institucional que las autoridades deben resolver a la brevedad.

El reclamo no sólo es justificado sino que merece una pronta respuesta de las autoridades, que deben gestionar y concretar cuanto antes una solución al problema planteado. Al mismo tiempo, los organismos con responsabilidad en el tema deben velar por un funcionamiento continuado y confiable que piden los vecinos de Ringuelet, ya que tanto los cajeros automáticos prestan un servicio que es público y que no debería defeccionar jamás.