La incógnita electoral que se develará en siete días

Twitter: @mnspezzapria

Pese a que las encuestas dejaron de ser confiables hace un buen tiempo, los principales aspirantes a la Presidencia saben dónde están parados. Daniel Scioli tiene la certeza de que será el candidato con mayor porcentaje de votos el próximo domingo, cuando se realicen las elecciones primarias. A su vez, Sergio Massa sabe que está tercero y aspira a un difícil repunte. Pero a una semana de las PASO, todos especulan con la performance que tendrá Cambiemos.

La alianza que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica espera reunir el 35% de los sufragios entre sus tres precandidatos, Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió. El objetivo de los armadores del espacio será quedar lo más cerca posible del Frente para la Victoria en la sumatoria de votos y consolidarse como primera fuerza de oposición. Aunque las advertencias que hizo Macri sobre la fiscalización de los comicios no le brindaron seguridad a sus votantes.

De todos modos, en el PRO creen que en la provincia de Buenos Aires, el FpV estará muy ocupado dirimiendo su propia interna para la Gobernación entre Julián Domínguez y Aníbal Fernández, lo cual le restará margen para ensayar alguna picardía con otras fuerzas políticas. “Van a estar en la de ellos y al resto lo van a dejar pasar”, se le escuchó decir ayer a un dirigente que acompañó a Macri y a María Eugenia Vidal al partido bonaerense de Lanús.

Justamente en la Tercera Sección Electoral -que abarca el sur y el oeste del Conurbano- es donde el oficialismo tiene su gran poderío asentado en los intendentes y en el hecho de que tanto Scioli como Cristina Kirchner siempre le dedicaron una especial atención.

El PRO confía en contrapesar la balanza con los votos del interior de la Provincia y lo que le pueda arrebatar al massismo en la Primera Sección, la zona de influencia del Frente Renovador.

El macrismo, además de sumar votos, tiene allí otro desafío: demostrar que puede lidiar con el kirchnerismo y el massismo, a la vez, en las a veces barrosas aguas del Conurbano.

El frente Cambiemos debe demostrar que tiene una aceitada maquinaria en términos electorales. La foto conjunta de ayer en un bar de Barrio Norte buscó mostrar cohesión frente a los votantes y bajarle decibeles a ciertos resquemores que adivinan en sordina.

El viernes por la noche, Sanz encabezó en Parque Norte una cena de recaudación de fondos de campaña para la UCR y presentó como su gran apoyo al dirigente porteño Martín Lousteau, quien acaba de darle un buen susto al PRO en las elecciones de la capital.

El ex ministro de Economía, además, manifestó su apoyo a Felipe Solá en su proyecto de regresar a la Gobernación, lo que sumó otro cortocircuito en Cambiemos. Quienes prefieren apostar a los balsamos de los paños fríos, creen ver en esas jugadas nada más que pirotecnica ante las internas.

Macri, a su vez, ayer recibió el apoyo explícito de la Sociedad Rural en el acto de apertura de la tradicional muestra de Palermo, el mismo lugar donde alguna vez fuera silbado Raúl Alfonsín.

El discurso del titular de la SRA, Luis Etchevehere, estuvo superpoblado por las palabras “democracia” y “autoritarismo”, utilizando esta última para caracterizar a la etapa kirchnerista. La relación entre el Gobierno y el campo argentino nunca se reconstruyó.

Será esa, evidentemente, una ardua tarea para el próximo presidente de la Nación. Aunque no sólo deberá atender las exigencias de las grandes entidades como la SRA -a lo que se niega el oficialismo- sino especialmente a los productores que motorizan las economías regionales. Ese costado del discurso kirchnerista hace agua hace rato y por eso el FpV perdió hasta ahora en todos los distritos de matriz productiva, como Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Río Negro.

PISO OFICIALISTA

Igualmente, como lo demostró la elección de Santa Fe, el justicialismo kirchnerista cuenta con un piso firme de votos (30%) y estará en la virtud de Scioli hacer que ese porcentaje se acerque lo más posible al 40%, lo cual lo dejaría a las puertas de forzar una victoria en primera vuelta en octubre próximo, aunque tenga que lidiar con algunas acciones gubernamentales que no ayudan a fortalecer sus pretensiones.

El ministro Kicillof, con el traje de candidato a diputado nacional por la capital puesto, habló más de la cuenta y muy locuaz en una entrevista televisiva, se permitió bromear sobre asuntos delicados como el secreto fiscal, al referirse al cada vez más repudiado Impuesto a las Ganancias.

Así, seguramente, el joven Axel no ayuda a Scioli para que lo voten los porteños.

No obstante es reconocida la capacidad de Scioli para que esquivar los balazos del “fuego amigo”. El jueves venidero, el precandidato del FpV cerrará su campaña de cara a las PASO con un acto en Tecnópolis, al cual todavía no está confirmada la asistencia de Cristina Kirchner.

“Si quiere, va a venir”, admiten en el entorno de Scioli. ¿Le conviene al Gobernador que la Presidenta acuda a la cita? La respuesta tiene tantas variantes como fuentes consultadas.

EL ESTILO PRO

Ese mismo día, Macri recorrerá tres distritos del Gran Buenos Aires, uno de ellos Vicente López, que es donde oficia de intendente su primo y jefe campaña en la Provincia, Jorge Macri.

Fuertemente influenciado por el asesor Jaime Durán Barba, el alcalde porteño no hará actos masivos que el ecuatoriano atribuye a la “vieja política”, sino que insistirá con el timbreo y apelará a una fuerte movida en las redes sociales. ¿Le alcanzará con eso en el Conurbano?

Massa cree que no y busca sacar una tajada de esa actitud “naif” que atribuye al macrismo. Por eso ayer encabezó una caravana por La Matanza, donde un grupo de mujeres le gritó: “¡Sacale los planes sociales al delincuente de D´Elía!”.

El cierre de la actividad proselitista del FR será el miércoles en el microestadio de Argentinos Juniors, en La Paternal. Un día después, hará lo propio su socio y rival interno en UNA, el gobernador José Manuel de la Sota, con un acto de local en Córdoba.

Según los números que se manejan en este espacio, el “Gallego” podría obtener tantos votos como Sanz y Carrió sumados. Cerca del tigrense aseguran que si las proyecciones se cumplen, Massa quedaría en posición de descontarle directamente a Macri. Análisis massista, este, obviamente

Más allá del prisma político desde donde se lo mire, una de las claves de la elección primaria que se avecina reside, precisamente, en la performance electoral de Macri y de sus socios en Cambiemos.

Esto es, si logran trepar hasta quedar cerca de Scioli. Los renovadores sueñan, sin embargo, con que los “amarillos” se estanquen y permitan un camino menos espinoso a Massa hacia las generales de octubre. La batalla política central, como siempre, se disputará sobre la enorme provincia de Buenos Aires.