La negociación por los salarios, el próximo desafío para Vidal

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Fue uno de los objetivos centrales que se impuso María Eugenia Vidal luego de ganar las elecciones de octubre pasado, apenas empezó a proyectar sus primeros meses en el gobierno bonaerense: las clases en las escuelas públicas de la Provincia deberían empezar en tiempo y forma.

El desafío, para Vidal, está a punto de comenzar. El próximo miércoles, en el ministerio de Economía, los representantes del Ejecutivo se sentarán con los gremios docentes y estatales para iniciar la discusión salarial, la pulseada mayor de una paritaria que en rigor arrancó días atrás con los primeros contactos de las comisiones técnicas.

Después de la estresante negociación por el Presupuesto en la Legislatura, la gobernadora Vidal tiene la certeza de que la discusión por los aumentos no será nada sencilla. A las habituales asperezas que surgen en las mesas de paritarias se sumará este año un elemento de tensión por los despidos y las bajas de contratos en el Estado provincial.

De hecho, en la primera reunión con los funcionarios bonaerenses, los gremios que nuclean a trabajadores estatales llevaron una serie de planteos por este tema que pretender discutir a lo largo de la negociación.

NUMEROS

Aunque el objetivo final es alcanzar un acuerdo que despeje los fantasmas de conflictos en el inicio de clases, en el gobierno bonaerense tienen decidido encarar la negociación con firmeza.

“Nos jugamos mucho en estas paritarias”, dicen en el Ejecutivo, con los números de las castigadas finanzas bonaerenses sobre la mesa.

Por ahora, los únicos que hablan de porcentajes son los representantes gremiales.

Por el lado de los docentes, la cifra a pedir varía de un gremio a otro. Suteba adelantó que reclamará entre un 30 y un 35 por ciento, en línea con los gremios nacionales. La Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), por su parte, subió la vara y advirtió que no aceptará un sueldo mínimo “inferior a cincos dígitos”, lo que significa un incremento del 42,9 por ciento.

En el ministerio de Economía y en la dirección de Educación, por el momento, se impone la prudencia. Apenas adelantan algunas pautas básicas que intentarán imprimir en la negociación, siempre con un ojo puesto en la paritaria nacional, que aporta la principal referencia.

En principio, en el gobierno provincial ya salieron a instalar la idea de que la recomposición salarial llegará “a mediano plazo” y no “de un día para el otro”, es decir, no en esta ronda de negociación con los gremios.

Lo dijo el propio ministro de Economía Hernán Lacunza, pero también el titular de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien habló de un “programa de recuperación salarial a cuatro años”.

Fuera de micrófono, en el Ejecutivo traducen el concepto en una comparación numérica. Los aumentos que otorgó a principios del año pasado el ex gobernador Daniel Scioli redundaron en un incremento, con respecto al 2014, del 40 por ciento en la masa salarial, es decir, el total de los fondos que dispone la Provincia para pagar haberes. Ese acuerdo que firmó Scioli con los gremios en marzo de 2015 -que supuso un aumento del orden del 38 por ciento para los empleados públicos- fue, entienden en la Gobernación, “una movida electoralista” que aportó al desmadre de las finanzas bonaerenses.

Para Vidal, la Provincia no está en condiciones de repetir los números del último acuerdo, aunque eso suponga la posibilidad de que se abra un escenario de conflicto que afecte el inicio de clases, previsto para el próximo 29 de febrero.

“Vamos a ofrecer el mejor salario posible. Eso quiere decir que todo el recurso disponible va a ir destinado a educación. Pero tenemos que hacerlo con responsabilidad. No podemos prometer en febrero lo que en mayo no podemos pagar”, dicen desde el ministerio de Economía.

El inicio de la paritaria supone para el gobierno provincial resolver una cuestión que divide opiniones entre los ministros y funcionarios: encarar una sola negociación o hacerlo en dos tramos.

El desdoblamiento es reclamado desde algunos gremios, que entienden que en una eventual segunda ronda de paritarias contarán con una mejor evaluación del impacto de la inflación sobre los salarios.

Desde la dirección de Educación, en principio, se oponen a una pulseada en capítulos. “Nos vamos a pasar todo el año discutiendo salarios”, explican fuera de micrófono.

Con todo, el propio Lacunza dejó abierta la posibilidad de un desdoblamiento de la paritaria. “Los contratos, cuanto más largos, mejor -afirmó-. Pero a veces la duración de los contratos y la incertidumbre son enemigos íntimos”.

MENSAJE RADICAL

En el escenario político bonaerense asomó en los últimos días una movida que tiene como protagonistas a los intendentes del radicalismo, que controla unas cuarenta comunas en la Provincia. Los jefes comunales se reunieron la semana pasada en Tandil en una cumbre a la que también asistió el vicegobernador Daniel Salvador.

El Foro de Intendentes de la UCR se convocó para debatir el rol de la fuerza en el marco de la alianza política con el macrismo. En la reunión se escucharon reproches por el resultado de las negociaciones con Vidal para la conformación del gabinete. Entre un sector del radicalismo todavía hay malestar por los escasos lugares que se le abrieron en el Ejecutivo. Pero, en el cierre, hubo un fuerte respaldo a la continuidad de la sociedad política con el macrismo.

Los intendentes resolvieron crear comisiones para elaborar proyectos que llevarán al Ejecutivo. La movida busca enviar un mensaje claro a Vidal: los intendentes radicales aspiran a tener una mayor influencia en las decisiones de Gobierno.

(*) Periodista de la sección Política