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Opinión |PUNTO DE VISTA

La Plata necesita un GPS

La Plata necesita un GPS

La Plata necesita un GPS

GUILLERMO JUSTO CHAVES (*)

10 de Diciembre de 2016 | 02:49

La Plata cumplió 134 años. En los últimos 35 años, por lo menos, hemos leído y escuchado hasta el cansancio sobre los motivos de su existencia como prenda de unidad nacional, su diseño de vanguardia, sus años “dorados”, así como su ineludible y preponderante rol de capitalidad en el porvenir de nuestra Provincia y Nación, algo que nunca se terminó de concretar.

Con lamentos y nostalgia se recorren, sin ningún rasgo de originalidad, las cuestiones pendientes en todas las materias, fundamentalmente en infraestructura. Entonces nos hablan del puerto inactivo, los problemas de los accesos y la conectividad, la inoperatividad del aeropuerto, la ya mítica ferroautomotor, la demorada llegada del tren Roca; los problemas de estructura de servicios como cloacas, o las dificultades con el asfalto, los baches, las veredas. También está presente el desorden en el desarrollo territorial o las dificultades del sector productivo.

Luego viene la pregunta de qué nos pasó. Se termina con el diagnóstico y se propone un proyecto de “ciudad soñada” o “ciudad ideal”. El problema es que la mayoría de las veces quienes realizan estos planteos y se muestran como la solución han sido en los últimos años -digamos ¿veinte?- parte del problema. Han formado parte de la vida política e institucional durante muchos años, integrando gobiernos que raramente -salvo excepciones en temas puntuales- dieron respuesta a las demandas de los platenses.

Los dos slogans del gobierno municipal se asemejan más a una expresión de deseos que a una realidad. La idea de “Ciudad soñada” suena a utopía. Lo ideal es enemigo de lo posible, dice un dicho popular. Al mismo tiempo, también sería una paradoja si comparamos esa idea con el espíritu fundacional de La Plata. Porque más allá de los sueños, fue “racionalizada”, producto del positivismo y el higienismo de fines del siglo XIX.

El otro slogan llamativo es el de “Ciudad Reiniciando”, con la recurrente idea de que siempre volvemos a empezar. Sin embargo, la falta de gestión percibida en todas las áreas de la administración, signadas por la improvisación y los cambios continuos, amerita que rebauticemos al gobierno, que al no tener rumbo lo podemos parangonar con un GPS que no encuentra el camino. La falta de gestión pone al gobierno en estado “Recalculando”, más que “Reinciando”.

Séneca, hace alrededor de dos mil años, decía algo así como “no existe viento favorable para quien no sabe a dónde va”. La falta de un grupo sólido de gestión, la ausencia de trabajo en equipo -algo de lo que se jacta en las palabras la coalición gobernante pero que no se ve en los hechos-, la impericia para conducir los resortes de la administración, son síntomas de falta de proyecto para la Ciudad. ¿Cuál es el perfil que este gobierno piensa darle a La Plata? ¿Qué quiere o puede ofrecerle a los platenses? ¿Qué imagen aspira a construir para quienes visitan la Ciudad? ¿Conoce la agenda de demandas del platense promedio, ya sea del casco o los barrios?

PILARES BASICOS

Es conocida la anécdota protagonizada en los `70 por el entonces presidente Perón y un grupo de concejales porteños cuando, a modo de reto, les dijo:: “el pueblo argentino me ha encomendado a mí dos tareas: la política interior y la política exterior. Ustedes, los concejales, tienen tres: alumbrado, barrido y limpieza”.

Existen cientos de planes estratégicos de desarrollo regional y local dando vueltas hace años por los distintos circuitos profesionales, políticos y académicos de la Ciudad. Lo concreto es que hay que gestionar las demandas y articularlas con el perfil deseado para La Plata. Una ciudad, más que “soñada”, debe ser proyectada, visualizada, racionalizada con metas, objetivos y plazos. Nada de eso ha sucedido.

Es cierto que los gobiernos locales crecen día a día en incumbencias hasta transformarse en “ciudades estado”, pero ponemos en marcha la administración municipal cuando aprobamos con buena nota la primera materia: Alumbrado, barrido y limpieza. Y fue allí donde, a partir del primer día, la actual administración comenzó a fallar.

De los temas importantes, la seguridad ciudadana es la principal demanda de los platenses. Las herramientas con que cuenta el Estado local para acompañar al provincial e intentar brindar soluciones, como la policía local, el sistema de control de ingresos a la Ciudad o el monitoreo por cámaras, no son suficientes o no están dando los resultados que todos esperamos.

Otro de los reclamos es sobre la falta de respuestas frente a los problemas con el servicio de agua potable y cloacas, la rotura de caños, el colapso del sistema en la periferia, aguas servidas, que son responsabilidad compartida con la Provincia. Pero además sabemos que existe un doble estándar moral y legal para sancionar, por ejemplo, a una papelera por derramar líquidos en un arroyo mientras el barrio cerrado más exclusivo de la Región vierte desechos cloacales sin tratamiento y el gobierno mira para otro lado.

Los inconvenientes para llevar adelante tareas de bacheo, la condición de las veredas, las fuentes y el mobiliario urbano, completan el paisaje urbano.

La situación del tránsito es otra muestra de las dificultades. No se ve política ni criterio para el ordenamiento vehicular. Sólo dobles filas, faltas de respeto a las señales y problemas con la semaforización. Lo único que pareciera tener importancia es la política recaudatoria del estacionamiento y las multas.

En cuanto al transporte público, no se advierte compromiso para estar cerca del ciudadano. Lo vimos en el conflicto de la línea Este. Lo vemos en la falta de reclamo para la necesidad urgente de la llegada del tren Roca. Los interrogantes se extienden acerca de cuál es la visión de la salud pública (atención primaria) o del ordenamiento territorial. A su vez, la pérdida de puestos de trabajo y la problemática de los productores es una luz de alerta para toda la Región.

El gobierno local dilapidó los famosos primeros 100 días que marcan el rumbo y consumió el 25% de su mandato. Como oposición razonable y democrática, así como platenses que queremos lo mejor, planteamos la crítica constructiva. Con gestión todo es posible. Pero si seguimos con el GPS en modo “recalculando”, será cada vez más difícil proporcionar a los platenses la Ciudad que se merecen.

 

(*) Magister en Ciencia Política. abogado. profesor de Derecho Politico en la UNLP. Fue presidente de la operadora ferroviaria y Director Nacional de Asuntos Políticos.

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