Más indicios sobre un nuevo rumbo económico

Las encuestas electorales no dan resultados muy favorables para el gobierno macrista, en especial en la provincia de Buenos Aires.

Varias encuestas arrojan intenciones de votos que lideran la oposición, dejando en un tercer lugar a eventuales candidatos del oficialismo.

La imagen de la gobernadora María Eugenia Vidal sigue muy arriba, pero el ajuste económico estaría influyendo mucho más que otras percepciones sociales.

En estos meses, el oficialismo estaría transitando su peor momento.

Aunque la recesión estaría cediendo y con un nuevo clima económico, las perspectivas podrían cambiar.

Estas son las expectativas gubernamentales.

La marcha económica, como en otras oportunidades, sesgarían el resultado de una elección crucial de medio término.

OPTIMISMO

Las novedades en el frente económico abonan el optimismo.

El coloquio de IDEA, que reunió a buena parte del establishment local, ratificó que tanto el empresariado como los especialistas estiman un cambio de la tendencia y que en el 2017 llevaría a un rebote económico del 4% y quizás del 5%.

Los indicios no son todavía concluyentes, pero pocos son quienes no esperan una mejora.

Los datos de la inflación y las encuestas de opinión confluyen en una misma dirección.

La suba de precios ha caído como preocupación en la sociedad y los índices arrojan una tasa de aumento de los precios del 1,5%.

La baja de los aranceles para los productos informáticos es un claro ejemplo del nuevo rumbo

Está previsto que con las nuevas tarifas de gas los índices subirán este mes, pero no debería afectar la curva descendente.

La última colocación de bonos del Tesoro en pesos a tasa fija confirma las expectativas del mercado de que la administración macrista quebrará la tendencia inflacionaria de los últimos años con la administración K.

GARANTE

La figura del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, aparece como garante de esas expectativas.

El mercado espera una desaceleración para los próximos años, por encima de la prevista por el Banco Central, de 7% promedio entre 2017-2019, pero significativa.

De allí que se colocaron 76.387 mil millones de pesos a 7 y 10 años a tasas del 16% para el plazo más corto y del 15,5% para el más largo.

Si hubiera lugar para una lectura política, la apuesta de estas colocaciones en pesos a tasa fija trasciende largamente la actual presidencia de Macri e incluso de una eventual reelección.

¿Existe un cambio tan sustancial del futuro económico del país?

¿Tiene que ver con el giro de los gobiernos en la región latinoamericana, más lejos del populismo predominante años atrás?

El cambio de enfoque excede la Argentina, aunque las decisiones políticas de la administración macristas apuntan en otra dirección.

La baja de los aranceles para los productos informáticos es un claro ejemplo del nuevo rumbo.

Afectará los empleos protegidos por el régimen de Tierra del Fuego, pero ayudará a resolver una distorsión insostenible: que los precios de esos productos sean hasta dos y tres veces el valor internacional.

Un costo insostenible para lograr un desarrollo local y llevar la inversión del 17% o 18% del PBI a 24% o 25%.

El anuncio es también una señal de que quizás Macri decida desarmar con el tiempo los enormes subsidios que sostienen a unas pocas empresas con el régimen especial de Tierra del Fuego.