Nicolás Caputo: el amigo del Presidente

En los ámbitos políticos y empresarios, hay un nombre que aparece todo el tiempo. Y del que, sin embargo, no es mucho lo que se sabe. Se trata de Nicolás Caputo, el empresario al que el presidente Mauricio Macri alguna vez ha definido como “un hermano”.

A “Nicky” Caputo -como lo llaman sus amigos y allegados- se le atribuye una fuerte cuota de poder en las sombras. No ejerce ningún cargo, pero su influencia extrema cercanía con el Presidente lo ha convertido en un actor imprescindible del nuevo escenario de poder.

Con Macri se conocieron en el colegio cardenal Newman cuando tenían 6 años. Y desde allí, fueron amigos inseparables, además de socios y consejeros permanentes, uno de otro.

Cuentan que las decisiones más difíciles, Macri nunca las toma sin consultar con Caputo. “Hay una confianza de toda la vida; un vínculo que va mucho más allá de la política, pero que siempre ha estado presente en la carrera política de Mauricio”. Así describen en el PRO la relación entre el Presidente y su amigo.

Caputo proviene de una familia con una larga y sólida trayectoria empresaria. Encabeza una de las empresas constructoras más fuertes del país, fundada por su abuelo en la década del 30. Desde la época en la que Macri gobernaba la capital federal, la oposición siempre ha tenido un ojo puesto en la participación de Caputo en obras públicas. Aunque el grupo familiar era contratista del gobierno porteño desde mucho antes que llegara Macri, muchas veces se ha denunciado una supuesta incompatibilidad por la relación personal entre ambos.

El valor de la acción de Caputo S.A se multiplicó después de que Macri ganara las elecciones y aún antes, cuando se perfilaba como ganador del ballotage ante Scioli

Desde que Macri ganó las elecciones, la empresa de Caputo -de la que es accionista pero sin rol gerencial- triplicó el valor de su acción. Facturó $ 1.100 millones en el último año, con un crecimiento de 54% en su beneficio. Es el buque insignia de un holding de $ 2.000 millones anuales. Conocida por la obra pública, sin embargo, trabaja en los principales proyectos privados del país.

“En el ejercicio 2015, la facturación de la obra pública no superó el 13% de los ingresos. Nuestro expertise y know-how está en la obra privada”, asegura Teodoro Argerich, el CEO de la constructora, fundada hace casi 80 años y que cumplió 60 con sus acciones cotizando en la Bolsa de Buenos Aires.

Son contadas las fotos públicas en las que aparece Nicolás Caputo, quien además, nunca dio una sola entrevista periodística. Nieto del fundador e hijo del arquitecto que edificó a partir de esos cimientos, nunca ocupó un cargo en la empresa.

Según un informe publicado este mes por la revista Apertura, “Nicky” Caputo construyó, por su cuenta, su propio perfil como empresario: un estratega, al que le gusta lucir el traje de accionista y no el de gestor.

Hay algo que nadie pone en tela de juicio. Y es que Caputo, cuya familia es mucho más rica que la de Macri, es uno de los hombres más influyentes en la intimidad presidencial. Muchos lo definen como un “jefe de gabinete sin papeles”.

Con el Presidente han estado muy cerca en muchos de los momentos más importantes de sus vidas: desde el secuestro de Macri -fue su amigo Nicky quien se encargó de pagar el rescate- hasta el casamiento con Juliana Awada, ceremonia en la que Caputo fue testigo.

Cuentan que en la Casa Rosada se lo suele ver, pero no con demasiada frecuencia. Pero Caputo -bajo de estatura, morocho, de buen trato- se encuentra con Macri no menos de tres o cuatro veces por semana, según algunos dirigentes del PRO.

Le gusta cultivar relaciones con dirigentes políticos de distintas extracciones y se siente cómodo con el ala más peronista de PRO. Son muy pocos, sin embargo, los que acceden a la intimidad de su casa en el country Cardenal Newman, en Benavídez, donde vive con Agustina, su segunda mujer, y su pequeño hijito, Félix (tiene otros tres hijos de su primer matrimonio).

Macri y Caputo se cursaron todo el colegio primario y secundario juntos en el Cardenal Newman. Después empezaron Ingeniería pero Caputo no completó la carrera

La primera vez que Caputo fue cuestionado por incompatibilidad en su doble rol de influyente jugador político y contratista del Estado fue cuando Macri -como Jefe de Gobierno porteño- lo nombró asesor ad honorem, en un intento de “blanquear” el verdadero lugar de su amigo. Pero la oposición presionó y Caputo debió renunciar.

La empresa familiar (de la que tiene, según ha declarado, el 20% del paquete accionario) lidera el mercado de la construcción privada y también juega fuerte en el rubro energético, además de su papel como contratista de obra pública. José Caputo -uno de los hermanos de Nicky, que falleció de un infarto en el 2007- fue, hasta su muerte, uno de los directores del grupo Sadesa, importante operador del sector. Nicky, además, es dueño de Mirgor S.A, una empresa de aire acondicionado para autos que creó en 1983.

Hace años, cuando todavía gobernaban sólo la ciudad de Buenos Aires, Marcos Peña -actual Jefe de Gabinete nacional- dijo que “en torno a Caputo existe mucha leyenda y fantasía. Dentro de PRO, inclusive, hay ministros que suponen que tiene un poder sobre el Gobierno que no es tal”.

Cuentan que la preocupación de Caputo es resguardar su bajo perfil. Y que en su círculo íntimo dice: “Los medios se ocupan de mi por ser el `amigo de`. Pero yo no elegí ser un hombre público, y así me fue bien, ¿por qué tengo que cambiar ahora?”. Por eso, pocos conocen su cara.