Opinan los lectores

Reclamo por una práctica del IOMA

Natalia Perea Deulofeu señala: “¿Qué pasa en el piso 10 de IOMA? ¿Puede ser que una médica cardióloga auditora deniegue una práctica cuando el médico cardiólogo del paciente que lo asiste hace más de dos años requiere una prestación de mayor complejidad en Fundación Favaloro, siendo que el IOMA cuenta con cobertura al 100%? Varias veces insistí y nada; utilicé los mecanismos de resolución de conflictos del IOMA, en donde fui amablemente recibida pero tampoco se obtuvo una respuesta razonable. Inocentemente creí que el tema debía resolverse favorablemente, como correspondía. Pero el rechazo esta esperándote. Claro, uno se siente vulnerable, desamparado; a lo que se suma el trato indigno: ´espere, no está, vuelva mañana, baje a tal piso, suba a tal piso, no llegó, no le puedo informar, no la puede atender, acá no es, etc, no, no y no´. Lo que se repite día tras día. Hasta que se llega al colapso, y se utilizan los recursos que querías evitar. Una acción judicial concede la práctica, y problema solucionado. Quién se hará cargo de las costas, y de las dilaciones y la angustia innecesarias. Siendo hija, con domicilio en La Plata, abogada, y con todo el tiempo disponible para abocarme al tema, pude resolverlo. ¿Qué le depara al resto? Ojalá que las cosas verdaderamente cambien; ojalá que se hagan eco las autoridades del IOMA y la Sra. Gobernadora con el mayor respeto que me merecen.”

Autos en veredas

Celina Gobbi de Branda dice: “Cada vez más coches estacionados sobre las veredas, autos en doble fila, ubicados en las ochavas, en las plazoletas y hasta en la rampa para discapacitados; ¿nadie piensa en aquellos que circulan de a pie? Muchas veces, sobre todo cuando llueve, no se sabe por dónde pasar. Ya que hay muchos jóvenes sin trabajo, le sugeriría al señor Intendente que nombre unos cuantos agentes de tránsito para que recorran toda la Ciudad. Para pagarles van a tener dinero más que suficiente con todas las multas que van a cobrar, dada la cantidad de infracciones que vemos a diario.”

“Sigue girando”

Jorge Rucci expresa: “Una madrugada de viernes, los vecinos ubicados a unos 300 metros de 8 y 62, fuimos obligados a asistir a un patético espectáculo sólo de sonido, ya que se ve que luces les faltaban sobradamente a los ejecutores. Durante unos 45 minutos, que parecieron horas en el silencio de la noche de la víspera de un feriado, dos motos hicieron sonar explosiones y contraexplosiones, ruidos de motor y de escape. Sonidos apagados y roncos, sin ningún ritmo, que nos martirizaron mientras duraron. ¿En dónde quedaron los ruidos de motores preparados, caños Silens y demás bellezas del automovilismo nacional? Aunque También nos hubieran despertado, por lo menos nos habrían permitido disfrutar del inigualable rugir de los motores. Después de unos 15 minutos deseé que se les fundiera el motor de la moto, pero no ocurrió, buena mecánica. Es evidente que los ejecutores no sabían nada de medio ambiente ni de contaminación sonora, tan necesarios para la convivencia entre humanos. Tampoco fueron controlados o frenados por alguna autoridad en ese largo tiempo, pero se ve que no estaban por la zona. ¡Sigue girando... Argentina!.”

“Bochazos” en Medicina

Julio Adrover opina: “Realmente vergonzoso lo que pasa en Medicina. Estoy de acuerdo con el ingreso restringido, soy médico egresado en esa facultad en el año 1987 y entré por examen. Es verdad que los parciales fueron tomados arbitrariamente por procedimientos poco pedagógicos; lo noté porque tengo una hija en 1er año. Es frustrante para el alumno, y para la familia. No se puede jugar, además, con el dinero que se gasta en tener hijos estudiando (hay que pensar sobre todo en los alumnos del interior). Si quieren que no entren tantos alumnos o si no tienen la capacidad para atender tantos alumnos, que sea un examen de ingreso único (y no la payasada del año de ingreso). El que entra sigue, el que no, vuelve el año que viene, y de esa manera también se ayuda al estudiante del interior que no está un año gastando dinero sin saber si entra o no.”

El “costo” del agua

Néstor Oscar Cusimano señala: “El metro cúbico del agua potable tiene un costo elevado dado que el agua cruda del Río de la Plata captada en el canal convenientemen te dragado, debe ser conducida hasta el establecimiento potabilizador en Punta Lara. Llega a aproximadamente 8 metros de profundidad y debe ser bombeada a planta baja para su tratamiento. Requiere aproximadamente 50 g/m3 de sulfato de aluminio, 20 g/m3 de cal hidratada de buena calidad, no de construcción; 5 g/m3 de cloro, limpieza periódica de decantadores de 1.800 m3 cada uno, limpieza de filtros con agua potable; reposición de arena en los filtros de calidad y granulometría especial; conducción por acueducto de 2 metros de diámetro y aproximadamente 10 kilómetros de longitud a la usina del Bosque de La Plata a 20 metros de profundidad de donde debe ser bombeada a la red de distribución; análisis químicos y microbiológicos durante el proceso; almacenamiento y distribución con reactivos preparados con drogas pro análisis, la mayoría importadas y de la mayor pureza; gastos de mantenimiento de bombas de impulsión, dosificación de productos químicos y cañerías de distribución”.

Sociedad sélfica

Jesús Martínez reflexiona: “Aunque siempre hubo quien se pasaba el día delante del espejo, en la actualidad es excepción quien no lo haga, por culpa precisamente de las dichosas selfies. La permanente atención a la apariencia nos ha convertido en esclavos de la forma y así nos luce el pelo. Los gimnasios se llenan y las bibliotecas se vacían. Las conversaciones se alejan de cualquier asunto que no sea de la mayor irrelevancia y banalidad. La edad adolescente se ha elevado y ocupado el lugar de la madurez. Los pediatras van a tener que ocuparse de la salud de todos. Esta sociedad sélfica, además, impone modas estéticas significativamente fugaces. Cualquiera puede transitar de una calva brillante y depilado integral a una barba cubana estilo sierra maestra, en cuestión de semanas. Todos conocemos a personajes públicos que cambian de aspecto capilar con gran frecuencia. Estas cosas suceden hoy por oleadas, y subyugan a legiones de personas de cualquier edad, a diferencia de lo que hasta ahora se daba exclusivamente en la temprana juventud.”