Otros análisis del fin de semana

Joaquín Morales Solá
LA NACION

“Nada es peor que la convergencia entre las conspiraciones ajenas y los errores propios. La conspiración existe. Los errores también. Esa confluencia le deparó a Macri el peor momento desde que es presidente”, dice Morales Solá. “Boicoteado por grupos minoritarios que enloquecen la vida de la Capital y las autopistas cercanas, por la militancia de jueces y fiscales que adscribieron al kirchnerismo y por el propio kirchnerismo ya sin disfraces ni multitudes, el Presidente navega sobre una economía que demora las buenas noticias”. Tras señalar que Macri necesita empezar cuanto antes un ciclo de crecimiento económico, dice que “no existe una sola conspiración, sino varias. Una es la del kirchnerismo. El servicio de inteligencia le advirtió al Presidente hace tres meses que las confabulaciones cristinistas crecerían en la medida en que se cerrara el cerco judicial alrededor de Cristina Kirchner. El discurso de los principales dirigentes cristinistas es, por lo general, directamente destituyente”. Añade que “a la conspiración política se le une la conjura de los corruptos”, en alusión a ex jefes policiales desplazados que en una reciente reunión planificaron la muerte de Vidal y de Ritondo. Añade que “el descontrol de la calle, las amenazas y la parcialidad manifiesta de algunos jueces” se abaten sobre Macri por el tarifazo.

Mario Wainfeld
PAGINA 12

El ascenso del desempleo es congruente con la política económica, dice Wainfeld. El titular del Indec “lo describió como una situación muy grave del mercado de trabajo. Tiene toda la razón, más allá de debates o precisiones sobre comparación de los índices o con “la herencia recibida”. Añade que “lo principal e innegable es que durante el gobierno de Macri se elevó la desocupación y se produjo una oleada de despidos. El fenómeno no es consecuencia del azar, ni siquiera de errores de gestión: forma parte del programa económico de Cambiemos”. Más adelante afirma que “la noción oficialista de competitividad supone la reducción masiva de los salarios, para emparejarlos al nivel de otros países de la región. Si se buceara en la obra de Adam Smith, leída por neo-cons, se podría decir que si el trabajo es una mercancía y se aumenta la oferta de mano de obra, el precio (sueldos) baja. Si se prolongara en versión libre la tradición del marxismo se podría hablar del “ejército de reserva” que facilita la explotación capitalista”.

Eduardo van der Kooy
CLARIN

“Se está abrie ndo para Mauricio Macri un escenario peligroso. La pesadez de la economía sigue siendo una mochila difícil de cargar. Nada hace prever que su peso disminuya antes del año que viene. El segundo semestre dejó de ser una ilusión. En este marco, el clima político se viene intoxicando. Con una espiral de amenazas y provocaciones, donde resulta difícil discenir quién es quién. Porque parece filtrarse también la mano del espionaje”, dice Van der Kooy. Analiza el desplazamiento de Gómez Centurión y dice que “el director de Aduanas denunció ser víctima de una maniobra mafiosa. Carlos Barreiro Laborda, su mano derecha denunciado por Bullrich, responsabilizó a agentes de inteligencia. Marcó a Silvia Majdalani, la número dos de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia)”. Carrió se fotografió con Gómez Centurión: “Un certificado de honradez para el desplazado. Un búmeran para la determinación presidencial”. En ese contexto, se pregunta: “¿Es una casualidad que hayan pululado las amenazas contra Macri y María Eugenia Vidal? ¿Por qué, pese al seguimiento, las autoridades no pueden precisar, salvo excepción, el origen de las intimidaciones? ¿No es llamativa también la propensión al desorden y la violencia que muestran ciertas protestas de organizaciones sociales, en especial de la izquierda?”.

Jorge Fernández Díaz
LA NACION

“Acaso la peor tragedia no se encuentre en la megacorrupción, ni en la cultura de la dádiva y la prebenda, sino en la firme decisión que ha tomado el cristinismo: alejarse de la democracia republicana en el poder y conspirar contra ella”, dice Fernández Díaz. Alude a “conceptos íntimos” que la “secta” no puede confesar en público: “la venalidad no es grave cuando quien recauda lo hace para la felicidad del pueblo; la República es una aspiración reaccionaria y la alternancia una estupidez burguesa (sólo debe gobernar eternamente el partido emancipador)”. Pero para Cristina hay tres conceptos impronunciables: “repudio las pedradas y las amenazas de muerte, rechazo la idea de que estamos en presencia de una “dictadura” (como cantan mis acólitos) y a pesar de que me disgustan las políticas oficiales estoy dispuesta a sostener hasta el último día de su mandato la gestión del presidente constitucional de mi país”. Añade que “el relato elaborado por la Pasionaria del Calafate consiste en presentar al turno de Cambiemos como carente de legitimidad real, reencarnación del régimen de facto y descendiente de la derecha sangrienta que viene a hambrear a los pobres: el votante es un imbécil que votó contra sí mismo”