Otros análisis del fin de semana

Joaquín Morales Solá
LA NACION

Scioli tiene dos discursos ahora: “uno es el de la tribuna, que no lo modificó, y el otro es el que despliega en reportajes periodísticos, que cambió sustancialmente”, dice Morales Solá. Muestra la misma estrategia que Macri, aunque éste muestra sus cambios tanto en la tribuna como en los reportajes. “Los dos han salido a la caza desesperada de los indiferentes, alrededor de un 25 por ciento de la sociedad, que no militan en ningún fanatismo, que no adscriben a ideologías ni a partidos y que, en última instancia, votan con pragmatismo”. Este núcleo social es decisivo, el país está en manos de los indiferentes. “La política es un rayo fugaz que sucede en sus vidas una vez cada dos o cuatro años. Pueden ir de Scioli a Macri o de Stolbizer a Carrió con una pasmosa velocidad”. Es preciso pescar en ese electorado. Scioli y Macri necesitan varios puntos más. La conclusión más clara de una última encuesta de Poliarquía “es que no existe, con los números actuales, la posibilidad de que la elección presidencial de octubre se resuelva en primera vuelta. Esa novedad podría encoger el amplio optimismo con el que se venía moviendo el sciolismo o convertir su triunfalismo en un arma suicida”.

Mario Wainfeld
PAGINA 12

En su columna titulada “Encuesta abajo en mi rodada”, Wainfeld analiza el trabajo de las encuestadoras y consultoras electorales, así como los errores y aciertos de los sondeos realizados en comicios anteriores, tanto como las sospechas y críticas que acompañan a estos trabajos. “El protagonismo de los consultores electorales es clásico en las democracias estables, la Argentina no fue excepción desde la recuperación de la democracia. En forma progresiva los pronósticos se tornaron insumo necesario para los medios y la opinión pública”, dice. Más adelante señala que “es lógica la reciente decisión de los tribunales electorales exigiendo precisiones en las encuestas de intención de voto, requisitos para difundirlas. Se trata de una regulación sensata en un insumo sensible: la información pública”. Tras analizar los antecedentes de distintas empresas consultoras, sostiene que “la mera enumeración de “los fracasos” de las encuestas en centenares de elecciones llenaría páginas. De todos modos, los “aciertos” han sido más y la herramienta es indispensable”. En cuanto a la influencia que ejercen, sostiene que “el electorado no es pasivo ni necio. Se ha ido capacitando en más de tres décadas. Sus pronunciamientos son rotundos, variados, jamás exentos de sentido”.

Eduardo van der Kooy
CLARIN

“Incertidumbre. Esa es la palabra exacta para definir el estado de la Argentina política y electoral a sólo una semana de las primarias. La sensación navega el ánimo de la sociedad y fluye entre los especialistas encargados de interpelarla”, dice Van der Kooy. Los encuestadores apenas parecen convencidos de que Scioli compondrá la primera minoría. Las certezas disminuyen entre Macri y Massa, aunque el líder del PRO asoma como el factible retador. ¿Cuánto peronismo arrastrarán De la Sota y Rodríguez Saa? ¿En detrimento de quién? “Hace cuatro años ninguna de aquellas incertidumbres existía. Cristina se impuso en las primarias con casi 50% de los votos dejando a sus rivales a distancias siderales”. No obstante, ahora, con excepción del Chaco, el cristinismo naufragó: “Pasó en Río Negro, Mendoza, Córdoba, Capital e, incluso, en la interna de La Pampa. Cuando no apareció, a los candidatos del oficialismo les fue mejor. El peronismo-kirchnerista ganó en Salta, La Rioja y Tierra del Fuego. En Santa Fe tampoco figuró, ni siquiera en las publicidades”. La radiografía del poder no muestra ninguna fuerza arrolladora.

Jorge Fernández Díaz
LA NACION

“No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”, decía Aristóteles. Pero se equivocaba”, afirma Fernández Díaz en su columna. “Scioli vino a refutar esta semana aquel viejo axioma de la filosofía griega”, al poner en práctica su “deliberada operación Duplicidad”, que consiste en seguir al pie de la letra consejos de Durán Barba y, a la vez, “transmitir la surrealista idea de que él encarna a la vez el cotillón de Cristina Kirchner” y el programa de gobierno de Macri. Pero Scioli, según el economista Melconian, también representa escenas de Los Tres Chiflados, especialmente de Shemp “en alusión a aquella delirante historia de plomeros incompetentes que intentan arreglar una simple pérdida de agua. Shemp Howard, para contener el chorro y desagotar el fluido en otro lado, se mete en una bañera y le agrega un caño, y otro y otro más, hasta enrejarse en su propia estupidez: no le queda entonces otra chance que taladrar el suelo y caer estrepitosamente a la planta baja”. Dice más adelante que “nadie sabe, en verdad, qué haría Scioli si llegara a ocupar el sillón de Rivadavia, aunque gatopardismo o traición están dentro del reducido espectro de las alternativas”