Preocupantes referencias sobre la prevalencia del asma en la niñez

La advertencia formulada por la Organización Mundial de la Salud acerca de que el asma constituye una de las enfermedades más frecuentes y la más prevalente en los niños, estimándose además que hay actualmente 300 millones de personas que sufren de ese mal, así como el dictamen de especialistas que consideran que una persona con asma puede desarrollar una vida normal si adopta los tratamientos adecuados y la no exposición a los alérgenos, constituyen referencias de valor que no debieran ser desoídas.

En el marco del día mundial de esa enfermedad, se dio a conocer asimismo que en la Argentina –según el estudio de la ISAAC (International Study of Asthma and Allergies in Childhood) fase III, la prevalencia del asma en los niños y adolescentes es del 15 por ciento aproximadamente, según señalaron directivos del Comité de Asma y Vías Aéreas Inferiores de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología.

Se indicó que el asma es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía respiratoria (bronquios), caracterizada por ataques recurrentes de tos, sensación de falta de aire y sibilancias (silbidos en el pecho), que varían en severidad y frecuencia. Neumonólogos de nuestro país alertaron que entre los factores desencadenantes debe mencionarse en primer lugar al cigarrillo, como causa que desencadena las crisis a quienes tenían la predisposición genética, al tiempo que genera formas más severas de la enfermedad. Dijeron, asimismo, que también sucede con los niños que tienen predisposición y sus padres son fumadores.

El 90 por ciento de los casos de asma, detallaron, aparecen en la primera infancia, y en un 50 por ciento de estos casos, los síntomas desaparecen con la pubertad pero la carga queda latente, por lo que en la adultez pueden reaparecer.

Estas referencias deben preocupar especialmente en nuestra zona en donde, la posibilidad de que un cuarto de la población sufra algún grado de obstrucción bronquial –tal como fue señalado por estudios orientativos realizados por médicos de la Sociedad de Tisiología y Neumonología- conforman un cuadro ciertamente inquietante.

En el caso de las enfermedades pulmonares, está demás señalar la importancia de que los habitantes de esta región -obligados a convivir con la presencia siempre amenazante de un gran polo petroquímico- tomen debida conciencia de lo que significa la prevención.

Sería gravitante, entonces, que persistan y se intensifiquen los programas de concientización para que lleguen a toda la población. A su vez, los controles periódicos constituyen una herramienta clave para la detección temprana. Y para eso también debe haber una correcta divulgación de los síntomas que la gente debe tener en cuenta.

Afortunadamente, en nuestro medio se advierte un crecimiento de los programas encaminados a inducir la realización de exámenes preventivos, especialmente mediante la habilitación de distintos servicios en los hospitales públicos bonaerenses. Al margen de ello, resulta importante reiterar la conveniencia de que se realicen intensas campañas de divulgación, a fin de lograr una más efectiva prevención y con ello erradicar consecuencias que, de acuerdo a todos los dictámenes y testimonios, son fáciles de evitar.