Un día de malas noticias para el kirchnerismo

El momento resultó insólito y pareció que el candidato estaba aturdido por la derrota. Pero en tono serio, el camporista Recalde pronunció sus primeras palabras tras las elecciones porteñas para ponderar la victoria del NO en el referendo de Grecia.

El concepto fue ratificado más tarde por la propia Presidenta en una serie de tuits, por lo que quedó claro que la orden impartida desde la quinta de Olivos era minimizar los resultados del “superdomingo” electoral.

La reacción del kirchnerismo se asemejó a la de alguien que queda descolocado por una noticia inesperada. Es que el Frente para la Victoria quedó tercero en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Córdoba, perdió en la interna peronista de La Pampa y cayó derrotado en los comicios legislativos de Corrientes. Las urnas sólo le concedieron un respiro en La Rioja, hasta donde se trasladó la fórmula Scioli-Zannini para tratar de contrarrestar la oleada adversa.

Pero al cabo de la jornada electoral más importante antes de las primarias presidenciales del 9 de agosto, el oficialismo no pudo sostener su tesis sobre la “victoria inevitable” que comenzó a desplegar en las últimas semanas. “El Gobierno está preocupado, tratando de instalar que ya ganaron. Y eso no es verdad”, advirtió anoche Macri en el bunker del PRO. Pero el alcalde porteño tampoco las tuvo todas consigo porque esperaba más de su fuerza en la Capital.

Según pudo saber EL DIA, la estrategia del macrismo consistía en que Rodríguez Larreta se acercara lo más posible al 50% de los votos, para forzar a quien saliera segundo –especialmente a Lousteau- a bajarse del ballotage previsto para dentro de dos semanas. Pero el PRO obtuvo poco más del 45% y el candidato de ECO salió a ratificar anoche mismo que se presentará a la segunda vuelta, ya que logró evitar la polarización entre el macrismo y el Frente para la Victoria.

Por eso, las elecciones de ayer le dejaron un sabor agridulce al PRO, al que más allá de las fronteras de la ciudad de Buenos Aires le sigue costando consolidarse como fuerza política. De hecho, tras la derrota confirmada de Miguel del Sel en Santa Fe, tampoco pudo pegar el salto en Córdoba, en ese caso en alianza con la UCR. Allí quedó ratificado el liderazgo de De la Sota, puesto que su candidato a gobernador Juan Schiaretti obtenía una victoria sobre Cambiemos.

Por cierto que el actual gobernador de Córdoba aprovechó la oportunidad para darle aire a su proyecto presidencial, que comparte con Massa en la alianza UNA. Ambos competirán en las primarias y anoche se mostraron juntos en la búsqueda de dar una imagen de unidad. En los próximos días, ambos fatigarán los medios de comunicación con un mensaje centrado en tratar de convencer a los argentinos de que ellos son la alternativa al kirchnerismo y no Macri.

“Macri no es muy bueno como gobernante ni como líder opositor”, arremetió De la Sota desde un palco en la capital provincial. Y enseguida apuntó contra Scioli, a quien señaló como “el candidato de La Cámpora”. Además, el precandidato de UNA advirtió contra “la polarización trucha que alientan el Gobierno y algunos medios”. Con ese discurso, el gobernador de Córdoba buscó nacionalizar la elección y dijo que el kirchnerismo perjudicó a su candidato local Acastello.

EN CLAVE PERONISTA

En medio de una jornada electoral para el olvido, salvo la excepción de La Rioja, los líderes del FpV buscaron a su vez llevar agua para su molino con sendos llamados de la Presidenta y de Scioli a Schiaretti, a quien consideran un “compañero peronista” más allá de que en los últimos años el PJ cordobés estuvo distanciado de la conducción nacional partidaria. En la misma sintonía, Scioli envió un saludo al pampeano Verna por su victoria en las PASO locales.

En tanto, su compañero de fórmula Zannini siguió a rajatabla la línea de la Presidenta y desde La Rioja sostuvo que “en Grecia perdieron los buitres y estamos muy contentos por eso”. Más cercanos a la realidad argentina, los correntinos convalidaron ayer el liderazgo del gobernador radical Ricardo Colombi, votando mayoritariamente su lista de legisladores provinciales. Hasta allí llegó Sanz por la UCR, cuya estrategia es ensanchar las bases territoriales del partido.

El radicalismo venía dulce con la victoria que obtuvo en Mendoza, pero más allá del logro de ayer en Corrientes –en una elección legislativa- no pudo mantener el envión en La Rioja, una provincia que es gobernada por el peronismo desde 1983. Sin embargo, la performance del diputado Julio Martínez como candidato a gobernador por la UCR fue muy buena y le permitió al centenario partido plantarse para pelear voto a voto en un distrito muy complicado.

Tampoco fue mala la elección que hizo en la Capital de la mano de Lousteau y en Córdoba con Aguad, si se tiene en cuenta que en ambos distritos quedó arriba del kirchnerismo.