Un discurso adaptado a la carrera presidencial

A penas concluyó la ceremonia, se llevó raudamente a un despacho de la Cámara de Diputados a los intendentes que habían viajado a La Plata para escuchar su discurso. Y allí les bajó línea: “Yo no estoy trabajando para ser candidato, sino para ser presidente”.

La frase que lanzó Daniel Scioli ante varios alcaldes de la Provincia no estuvo para nada desvinculada del tono y el mensaje que leyó ante la Asamblea Legislativa. Su proyecto presidencial estuvo presente en diversos tramos del discurso. Desde su ratificado alineamiento con el gobierno nacional hasta los gestos dirigidos a otros sectores políticos e independientes que, dice, necesita para ganar la elección.

“Fue un Scioli auténtico”, resumían ayer en la Gobernación sobre el tenor del mensaje. Un poco más filoso, quizás, a tono con los tiempos electorales que corren. Con frases para decodificar a la hora de las críticas, pero lejos del estilo confrontativo del que, una vez más, hizo gala Cristina Kirchner en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

El Gobernador no se salió de su tono mesurado. Y le habló a propios y extraños. Se alineó fuertemente con el gobierno nacional y se reivindicó como integrante histórico del proyecto K. Pero en esa forma que tanto irrita e incomoda al universo ultrakirchnerista, se mostró aperturista y hasta se animó a realizar una convocatoria amplia a los consensos.

Scioli, por caso, disparó: “Necesitamos unirnos en el interés común de nuestra gente y si es necesario, perdonarnos”. Luego recordó el histórico abrazo entre Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín e interpretó: “nos dijeron que todos los argentinos nos abracemos”.

Pero fue incluso un poco más allá en busca de mostrarse como un candidato más abarcativo, más allá de los límites del Frente para la Victoria. No pareció casual que recordara al ex presidente Raúl Alfonsín y que recitara el Preámbulo de la Constitución, marca registrada de aquella campaña presidencial de 1983 en el retorno de la democracia.

EL ARRANQUE

Para muchos sciolistas, el acto institucional de ayer fue una bisagra, el arranque efectivo de la campaña electoral.

Scioli, en ese contexto, buscó resaltar lo que considera sus virtudes. “Aprendí a escuchar. Mi experiencia de vida me enseñó a adaptarme y a cambiar, al mismo tiempo que a ser perseverante, tenaz, confiable, coherente, tolerante y leal con mis convicciones”, se describió.

En el discurso de Scioli aparecieron críticas y respuestas a algunos de sus contrincantes en la carrera presidencial

Incluso, hasta pareció emerger en su discurso una suerte de decálogo de fe sciolista con tono de campaña. El “Yo estoy a favor” que inauguró para referirse a las políticas nacionales y provinciales que reivindica, pareció estar en esa sintonía.

ALUSIONES A COMPETIDORES

Algunas más directas, otras casi imperceptibles, aparecieron en el discurso de Scioli críticas y respuestas a algunos de sus principales contrincantes en la carrera presidencial.

El mandatario no mencionó a ninguno de ellos, quizás con la idea de respetar el tono institucional de la Asamblea Legislativa.

Quien casi desde el arranque recibió el primer palo fue el candidato del PRO, Mauricio Macri. “El verdadero cambio no es cambiarlo todo. Eso ya fracasó, no puede ser siempre volver a empezar”, dijo Scioli, quien acusa al jefe de Gobierno porteño de pretender dejar sin efecto algunas de las políticas emblemática que puso en marcha el gobierno nacional.

También pareció aludir a Sergio Massa cuando habló sobre la política de Derechos Humanos. “No son una etapa, ya forman parte de la identidad de la democracia argentina”, sostuvo en respuesta al tigrense quien habló de “cerrar bien la etapa” en esa materia.

Otro que pareció quedar bajo el fuego del discurso fue el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Anotado para darle pelea en las Primarias del Frente para la Victoria, el funcionario nacional no ahorra críticas a Scioli. Ayer, incluso, volvió a referirse al Gobernador y dijo que “es un hombre para acompañar, no para transformar”.

Scioli le retrucó apelando a su historia. “Integro este proyecto político desde el inicio junto a Néstor y Cristina”, señaló.

MENSAJES HACIA ADENTRO

No fue el único mensaje del Gobernador hacia el corazón del núcleo kirchnerista donde encuentra no pocas resistencias pese a sus gestos de alineamiento como el que ratificó ayer.

No pareció casual que hablara de las reformas impositivas que aplicó en los poco más de siete años que van de su mandato en la Provincia. Pareció una respuesta a quienes lo acusan de no dar la pelea contra las corporaciones, una referencia casi al inicio del discurso. “Tomé la decisión de tocar intereses poderosos: las telefónicas, el juego, las proveedoras de cable, los pooles de siembra”, indicó.

Scioli encabezó ayer en la Legislatura un discurso al que le faltaron anuncios. Hizo un raconto de su gestión a la que defendió como plataforma de lanzamiento de sus aspiraciones de llegar a la Casa Rosada. Habló de que dejará una herencia apetecible con una provincia “desendeudada, con equilibrio fiscal”. Y mencionó como “asignatura pendiente” la reforma en la cuestionada red vial bonaerense.

Pero a tono con los tiempos que corren, el mandatario procuró mostrarse como un candidato componedor. “Ahora estamos preparados para el gran capítulo del desarrollo”, arengó.

Y concluyó con una definición que viene utilizando como expresión de esperanza hacia el futuro: “Lo mejor está por venir”.