Un mes y medio decisivo

Por MARIANO SPEZZAPRIA (*)
Twitter: @mnspezzapria

Una coincidencia llamativa, pero absolutamente lógica, se registró en los últimos días entre el Gobierno nacional y Mauricio Macri, tal vez el precandidato presidencial que encarna más diferencias de fondo con el kirchnerismo. Mientras la Casa Rosada fijó el techo de las paritarias salariales en un tope del 25%, el alcalde porteño advirtió que esas negociaciones deben tener en cuenta el estado de la macroeconomía, con el objetivo de reducir el nivel de la inflación.

No es que el oficialismo se haya vuelto repentinamente partidario del ajuste, ni que el PRO sintonice con la Casa Rosada justo cuando Cristina Kirchner está empezando a despedirse de la Presidencia, sino que ambos grupos políticos atienden a sus respectivas conveniencias: el Gobierno, con una mirada de corto plazo para terminar su gestión sin sobresaltos, mientras que Macri comienza a preocuparse por todo lo que se decida ahora y vaya a tener influencia sobre la economía del año que viene.

Por supuesto que a los gremios no les cae nada bien que se les anticipe que los salarios serán negociados a la baja, pero también es cierto que los principales sindicatos del país suelen acomodarse al calor del poder. O de su probable reconfiguración: por eso no resultó extraño el pronunciamiento de la UOCRA de Gerardo Martínez en favor de Daniel Scioli, ni que el propio Macri fuera recibido por los gremios del transporte, pese a que todos ellos reportan en el PJ.

Más liberado en este sentido aparece Sergio Massa, quien acaba de lanzar su precandidatura en un acto con la cancha de Vélez repleta, en la búsqueda de reposicionarse con un discurso lleno de promesas, como la eliminación lisa y llana del impuesto a las Ganancias. Pero los sindicalistas juegan su propio partido y el próximo 12 de mayo se reunirá el consejo directivo de la CGT de Hugo Moyano para analizar una nueva medida de fuerza contra el Gobierno.

En este contexto, Macri escuchó una advertencia de boca del jefe de La Fraternidad (maquinistas de trenes) Omar Maturano, quien -palabras más, palabras menos- dijo en el asado con el que agasajaron al alcalde porteño, que la “gobernabilidad” del país no está asegurada si los gremios del transporte se ponen de punta contra el Gobierno, sea cual fuere su color político a partir de diciembre. Una afirmación algo exagerada, pero reveladora.

De todos modos, Macri -que fue el ganador de la ronda de elecciones primarias de abril- tiene más puntos de contacto con los sindicatos peronistas de los que parece a primera vista. Por caso, el jefe de los estatales de UPCN Andrés Rodríguez ya estaría dentro del esquema electoral del PRO, como lo comprobó la estructura de fiscalización que le aportó a Miguel del Sel en Santa Fe. Pero Hugo Moyano y compañía siguen siendo huesos muy duros de roer.

El jerarca de la CGT Azopardo está más cerca de José Manuel de la Sota y Massa, que se asociaron en el espacio Unidos por una Nueva Argentina (UNA), conformando un polo peronista crítico del kirchnerismo. Así lo dejó en claro el tigrense el viernes por la noche en el estadio José Amalfitani, donde arremetió sin miramientos contra La Cámpora. La performance electoral de Mariano Recalde en la Capital grafica la magra inserción social de esa agrupación.

Por ese motivo, tanto Macri como Massa esperan con ansiedad que la Presidenta “cometa el error” de designar a algún camporista como compañero de fórmula de Scioli. El jefe del PRO lo dejó en claro cuando sostuvo que Cristina Kirchner piensa seguir gobernando a través de Scioli, mientras que Massa tildó al Gobernador de “lorito servil” del ultra-kirchnerismo. Sin embargo, el mandatario bonaerense atiende su propio juego y se apega férreamente al libreto oficialista.

FORTALEZAS Y DEBILIDADES

Todos despliegan estrategias de campaña con las que buscan aprovechar sus fortalezas y minimizar sus debilidades. Pero ninguno de ellos tiene todas las de ganar: Macri está firme en los centros urbanos, pero su intención de voto cae en los populosos cinturones que rodean a esas ciudades. Scioli se asienta en la base histórica del FPV aunque su discurso kirchnerista le impide ganar adhesión de independientes. Y Massa busca ensanchar un espacio que se achica.

Ese lugar, según el jefe del Frente Renovador, es el de la “ancha avenida del medio” que se ubica entre el kirchnerismo y el macrismo. Con esas coordenadas, el GPS político de Massa funcionó bien en 2013 ---quedó demostrado en las urnas bonaerenses- y durante un tramo de 2014, aunque hacia el final del año pasado ya comenzó a verificarse un proceso de polarización propio de las elecciones para cargos ejecutivos, cuando se pone en juego la Presidencia.

Por eso el escenario general hace que Massa corra en desventaja y en su equipo tienen conciencia de esta situación, aunque ponen todas sus fichas al carisma y la popularidad que el candidato puede desplegar durante la campaña. Tanto, que desatienden otros aspectos importantes como la construcción del discurso, un problema que también padecen Macri y Scioli. En este aspecto, el mensaje más vertebrado sigue siendo el de Cristina Kirchner.

La Presidenta va perdiendo paulatinamente el centro de la escena política, a medida que toma temperatura la campaña electoral. Pero seguirá presente en boca de los candidatos, tanto de los que necesitan su apoyo como de aquellos que utilizan su figura como un ejemplo de lo que no harían si llegan a la Casa Rosada. Sólo Cristina Kirchner sabe si se involucrará personalmente en la campaña con una candidatura a diputada o parlamentaria del Mercosur.

Para que aparezcan esas definiciones, falta muy poco tiempo. Un mes y medio nomás, ya que entre el 10 y el 20 de junio deben inscribirse ante la Justicia electoral tanto las alianzas como las candidaturas nacionales y bonaerenses. Pero antes, a final de mayo, ya se podría saber si las elecciones primarias de agosto serán realmente competitivas o si los ciudadanos deberán elegir entre candidatos únicos. Ese es el rumor político más extendido en los últimos días.

¿CANDIDATURAS UNICAS?

Es que en la alianza PRO-UCR-CC no faltan los que especulan con la posibilidad de que Macri llegue como única alternativa del espacio a las PASO, para lo cual deberían declinar sus aspiraciones tanto Ernesto Sanz como Elisa Carrió. La misma situación se verifica en el FPV en el caso de Scioli, pese a que el ministro Florencio Randazzo sigue al pie del cañón. En el FR, en tanto, ya se sabe que Massa le ofreció a De la Sota ser su vice, pero el cordobés no aceptó.

Todo esto sucede a destiempo de los intereses de la sociedad, que sigue preocupada por asuntos de la vida cotidiana como la seguridad y la inflación. También por hechos que perturban la convivencia social, expresados en la violencia callejera. En este contexto, los aprontes de las fuerzas políticas y de sus principales dirigentes en pos de las candidaturas son percibidos como un ruido de fondo que aún no llega a ser interpretado por los argentinos.