Una mancha para el deporte

El tema de la corrupción siempre ha sobrevolado todos los niveles del fútbol, aún los más encumbrados, aunque jamás el tema se instaló en el centro de la escena como durante estas horas. Mucho se había hablado acerca de las decisiones poco claras tomadas en torno a la designación de algunas plazas para futuros mundiales pero todo había quedado en presunciones sobre manejos irregulares por parte de los dirigentes con poder de decisión.

Ahora esa fortaleza inexpugnable escondida detrás de las siglas FIFA estalló en mil pedazos y por eso casi con seguridad habrá un antes y después del escandaloso episodio en el que dirigentes del primer nivel quedaron involucrados por la Justicia en actos de “corrupción rampante, sistemática y profundamente enraizada” de acuerdo a la descripción de la fiscal general Loretta Lynch.

Las 47 acusaciones ante el tribunal de Brooklyn que incluyen la “organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero” dejaron al descubierto los manejos irregulares que -de acuerdo a la investigación- han rodeado el funcionamiento de la entidad madre del fútbol mundial durante mucho tiempo.

El impacto ha sido tremendo. Las cifras que se manejan y el alcance de las maniobras también. Es que se habla del enriquecimiento ilícito de ilustres hombres del fútbol con manejos corruptos que abarcarían los últimos 24 años manejando “lucrativos derechos de comercialización” en los medios y en el marketing en los torneos más importantes.

Mordidas y sobornos por millones de dólares fueron logrados durante las dos últimas generaciones de dirigentes que abusaron de sus puestos de confianza para acceder a sumas siderales.

El fútbol y el deporte todo asisten conmocionados a las crudas descripciones que han hecho públicas los representantes de la Justicia que insistieron en la necesidad de comprender que estamos frente a un grupo grande de dirigentes que “corrompieron los negocios del fútbol a nivel mundial”. La fiscal Lynch, al abundar en detalles, describió que este tipo de actividad ilegal se produjo “año tras año” por una suma que alcanza, inicialmente, los 150 millones de dólares en base a actos ilícitos que se castigan con hasta 20 años de prisión.

Ahora tendrá que hablar la Justicia. Ir a fondo. Caer con todo el peso sobre quienes han personificado la peor cara del deporte. Castigar a quienes con sus manejos mancharon la pelota…