Una medida para imitar en los taxis

Por RAMON VERTIZ

“Todos hemos leído esta semana noticias sobre la violación de la pasajera de un taxi en la ciudad de Buenos Aires por parte del propio taxista que la trasladaba. Por supuesto, es un hecho tan llamativo como infrecuente y de ninguna manera autoriza a arrojar un manto de duda o de sospecha sobre los taxistas en general.

“El caso, sin embargo, me hizo recordar algo que me ha llamado la atención en otras ciudades del mundo y que creo que podría aplicarse sin ninguna dificultad en los centros urbanos de nuestro país. En Estados Unidos, por ejemplo, es obligatorio que en la parte trasera de cualquier taxi se coloque una placa de buen tamaño, muy visible, con una completa identificación del conductor del vehículo. En esa placa se puede leer el nombre y apellido, el DNI, la matrícula y hasta la nacionalidad del taxista junto a una fotografía suya debidamente actualizada. Siempre me ha parecido una medida tan útil como razonable, que por supuesto no implica ninguna duda sobre el conductor; simplemente le permite saber al pasajero quién lo lleva.

“Hace ya unos años escribí al correo de lectores de EL DIA para proponer algo similar, que nadie parece haber tomado en cuenta. Planteaba aquella vez que todo servidor público que trabaje en contacto con ciudadanos o contribuyentes, ya sea en oficinas o en la vía pública, debería tener algo que lo identifique. Es algo elemental: todos tenemos derecho a saber quién nos atiende en una dependencia pública, cualquiera sea”.