Abasto: asaltaron a dos jubilados y los vecinos salieron a la calle

Tres horas duraron los maltratos, las amenazas y el sometimiento hacia un matrimonio de jubilados discapacitados por parte de dos delincuentes armados que en ese rato hicieron lo que quisieron. El asalto disparó la indignación vecinal en Abasto: muchos salieron a la calle y cortaron la avenida 520, en una movilización pidiendo seguridad, algo que nunca les había tocado hacer.

Cerca de las 3 de la madrugada de ayer, Abel Lasta (73) descansaba con su esposa en su vivienda de 516 bis y 210. A esa hora un par de ladrones se dedicó a forzar una ventana reforzada con varias trabas. Fue “un trabajo meticuloso” que finalmente les permitió meterse en el domicilio.

“Entraron en la pieza de ellos y los despertaron con un arma en la cabeza a cada uno. Estaban encapuchados y tenían guantes”, señaló Betina Lasta (45), la hija del matrimonio. Además de su edad, las víctimas estaban por demás indefensas debido a sus discapacidades físicas: él tiene trastornos motrices y en el habla, mientras que su mujer padece una enfermedad “similar al Alzheimer”, comparó su hija.

Igual, los delincuentes no tuvieron contemplaciones. Los insultaron, amenazaron con matarlos y los interrogaron insistentemente respecto de dónde podrían encontrar plata y objetos de valor.

A la mujer, también de 73 años, le arrancaron una cadenita del cuello. Mientras, a su marido le repiqueteaban en la cabeza con la punta de la pistola.

El tormento psicológico incluyó una mención la hija del matrimonio: “Les dijeron que me iban a matar, y hasta me llamaron por mi nombre. Eso habla de que alguien les debe haber pasado la información de la familia y sus movimientos”, especuló Betina.

Durante las tres horas del asalto, los dos jubilados permanecieron encerrados en un baño, mientras los ladrones se dedicaron a revisar la casa. “Estaban obsesionados” con encontrar dinero, contó su familiar. De tanto insistir, encontraron los tres mil dólares que había de ahorros.

También se llevaron algunos elementos más de valor, pero lo que más lamentó Abel, “el fundador de Abasto” según su hija, fue que le robaron el Honda City adaptado para que lo maneje alguien con su limitación motriz: “Fue como si me hubieran sacado las piernas”, comparó el hombre ante su familia. El vehículo aún no fue encontrado.

protesta

Enterados rápido de lo ocurrido, los vecinos de Abasto decidieron movilizarse. No sólo los espantó la violencia de este robo, sino que también decidieron ponerle un coto a la situación, que para ellos va tomando forma de tendencia.

Hace una semana estuvieron a punto de robar en otra casa, en 518 y 210. La dueña se salvó porque encendió la luz en plena noche y los ladrones huyeron. Y hubo otros episodios similares en el último tiempo. “Antes había solamente ‘escruches’, o rateros. Esto no pasaba en Abasto”, protestaron en la marcha.

La concentración fue en 520 y 210. Se extendió desde las 16, por alrededor de cuatro horas. Si bien los vecinos remarcaron que la policía tuvo una “respuesta buena”, su deseo fue manifestarse en favor de la prevención, “antes de que esto empeore”, dijeron.