Anoche: multitudinaria movilización frente a la seccional 14ª para reclamar justicia

“Marcela presente”, “Justicia por Marcela”, “Justicia y Seguridad para Melchor Romero”. Detrás de esos carteles, anoche, marcharon cerca de 300 vecinos conmovidos por el brutal asesinato de la telefonista del hospital Alejandro Korn.

Esta vez, si bien se escucharon encendidos discursos en reclamo del esclarecimiento del caso, no hubo ningún tipo de incidente. Sí un corte parcial en el cruce de 520 y 171, donde los manifestantes se congregaron para marchar hacia la sede de la seccional 14ª.

Juan Manuel Alnibal, ex esposo de Marcela Ayala, la víctima, fue uno de los que participó de la protesta.

Se lo vio conmovido, al igual que a su círculo más íntimo, mientras los vecinos en general lo acompañaron y trataron de darle apoyo en este momento tan difícil.

En la dependencia policial, situada en las calles 173 y 517, había un importante dispositivo de seguridad para prevenir cualquier situación complicada, como las registradas anteanoche cuando, en el marco de la primera manifestación por este caso, algunos de los vehículos que estaban secuestrados en la puerta de esa comisaría terminaron siendo incendiados.

Sin embargo, como se dijo, todo transcurrió con total normalidad y habría sido un hermano de Ayala quien se dirigió a la multitud para explicarles el estado de la investigación.

Así, cerca de las 21.30, los manifestantes comenzaron a desconcentrarse y se retiraron hacia sus domicilios.

UN TEMA DEL QUE siempre se HABLABA

Ayer, en declaraciones a la prensa, Alnibal aseguró que su ex mujer, con quien tenía una excelente relación en función de sus hijos y los nietos, estaba preocupada por la inseguridad.

“Era un tema del que hablábamos”, expresó.

El hombre contó además que la casa donde la asesinaron era alquilada, ya que su anterior vivienda, cuando se casaron, había quedado para uno de sus hijos.

“Vivía sola y la verdad que en esta zona de la Ciudad no se ven patrulleros, no se ve nada de nada. Estamos realmente desamparados”, destacó.

En ese sentido, sin olvidarse del dolor que le provocó tan inesperada pérdida, Alnival exigió “urgentes medidas” contra la inseguridad, para que no sea otra familia de Romero la que atraviese por una realidad tan impactante.

Por ahora, todos quedaron a la espera de la captura de los homicidas. Hay muchos rumores, posibles allanamientos, pero nada en concreto.

Por eso, al cierre de esta edición, nadie descartaba que los vecinos de esta localidad, tan golpeada por el delito, decidan volver a movilizarse en busca de la tranquilidad que perdieron hace tiempo.