Atacan a tiros la casa de un testigo protegido y balean a un custodio

El hombre es testigo en un juicio por delitos de lesa humanidad. Algo sabe y pareciera que hay quienes no lo toleran. Por lo menos eso se desprende del ataque armado que sufrió un vecino de Hernández por parte de un grupo de seis desconocidos, que lo fue a buscar en dos autos con armas largas. Y como no pudieron abordarlo a él, se desquitaron con su custodio.

Toda esa secuencia, que parece extraída de los años más oscuros, sucedió ayer a las 5.15 de la madrugada.

El dueño de una casa de esa localidad, cerca del límite con Ringuelet (el nombre se preserva por la clase de delito ocurrido), sobre las calles 28 y 512, descansaba en su habitación.

De repente se oyeron las frenadas de dos autos no identificados, los pasos en medio de la neblina y las amenazas hacia un policía que custodiaba la vivienda.

En una vuelta del destino, el oficial de la delegación platense de la Policía Federal estaba cubriendo ese puesto de manera excepcional, debido a que fue a reemplazar al agente que está destinado de manera permanente a esa tarea. “El que viene siempre estaba enfermo y era la primera vez que este muchacho venía”, le explicó el damnificado, de 63 años, a este medio.

Los agresores llevaban ithacas y pistolas, de acuerdo al relato del testigo protegido. Cuando estuvieron frente a la vivienda precaria del blanco que iban a atacar, el policía les cortó el paso. Eso le valió que “se lo llevaran amenazado a un descampado que hay a pocos metros”, en donde “estuvieron a punto de fusilarlo” cuando el oficial se resistió, coincidieron en contar distintas fuentes.

El agente abordado, de 31 años, recibió un tiro en el brazo izquierdo: “No lo remataron por una cuestión de códigos entre militares y policías”, se animó a aventurar el testigo.

Y después, sonaron tres tiros más que, según se intuye, fueron disparados a la fachada de la casa del hombre custodiado.

Los atacantes se escaparon al instante y en pocos minutos la Policía fue a asistir a todos. A su colega lo llevaron al hospital de Gonnet, donde fue curado y dado de alta, se informó oficialmente.

Lo que quedará para las autoridades de Derechos Humanos será atender a los reclamos del testigo: “Yo nunca declaré lo que sé, porque tengo un solo custodio y eso no me garantiza seguridad. Sólo tengo para destacar la valentía del policía que me cuidó en todo momento. Ahora voy a dormir con un arma al lado. Y desde hace tiempo que tengo que vivir encerrado”, concluyó.