Atropellados en el Centro: acusan al conductor por tentativa de homicidio

El automovilista que ayer atropelló a tres personas en el Centro tiene orden de detención. La decretó el juez de garantías Juan Pablo Masi, que agravó los cargos solicitados por la fiscal Leila Aguilar.

Según fuentes de tribunales, el magistrado consideró que el conductor es autor de una tentativa de homicidio, en perjuicio del chofer del colectivo José Alberto González, a quien llevó colgado del capot por casi dos cuadras, y de lesiones graves, en contra de Guillermo Sosa y Nahuel Tiburzi, los otros dos embestidos. Todo en concurso real.

Ante esa situación y, la dura imputación judicial, policías de la DDI local y de la comisaría primera salieron detrás de sus pasos.

Los pesquisas tenían el dato de un domicilio que aportó la esposa, en inmediaciones de Plaza Italia, pero cuando fueron a ese lugar encontraron todo cerrado.

Al parecer, los voceros deslizaron que podría tratarse de una oficina donde trabaja como agrimensor.

Ayer José Alberto González, el chofer del micro de la empresa “Panella”, que fue el primer damnificado, le dijo a este diario que “no sé, para mi venía escapando de algo o de alguien. Por el lugar que intentó pasar, es imposible de hacerlo”.

“Me rayó todo el lateral del colectivo. Me bajé para ver qué había sucedido, lo vi y le dije, qué hacés. Pero aceleró y se fue hasta el otro semáforo, a pocos metros, donde tuvo que parar por la luz roja”, agregó.

“Ahí me le acerqué y le pedí que bajara el vidrio. Me decía algo, pero no entendía. Y cuando me fui para adelante para sacarle una foto con el celular a la patente, arrancó y me llevó puesto”, explicó.

“En ese momento sólo pensaba en no caerme, porque me podía pasar por arriba. Me corté todas las manos al aferrarme tan fuerte de la chapa”, mencionó.

Igualmente, pocos instantes después, al llegar a la esquina de 12 y 50, justo a la altura de Plaza Moreno, el Peugeot 408 blanco lo despidió.

“Empezó a hacer zigzag y me largó. Los que llegaron a asistirme no podía entender cómo nadie me había pisado. Tuve suerte”, reflexionó.

González contó que viaja permanentemente a La Plata, porque cubre el servicio de Aeroparque. También trae a policías y a distintas personas que deben hacer trámites para el DNI.

El colectivero mencionó que el automovilista “iba solo y tenía la cara desencajada. Andá a saber qué le había pasado”.

Anoche al chofer ya lo habían trasladado a una clínica de la localidad bonaerense de San Justo, de donde es oriundo.

“Al principio los médicos me dijeron que no iban a tener que operarme, porque, si bien tenía fracturada la clavícula, estaba alineada. Pero me levanté al baño y parece que se movió la herida. Y ahora no voy a poder zafar del quirófano”, se lamentó.

El acusado finalmente dejó su coche abandonado en la esquina de 13 y 55, pero adentro quedó la esposa, que fue interrogada por agentes de la comisaría primera y, de la dirección de tránsito, para que aportara todos los datos que posibiliten la correcta individualización de su marido.

La increíble secuencia, cabe destacar, quedó registrada por distintas cámaras de seguridad y las imágenes fueron incorporadas al expediente que tramita en la Justicia, donde ya se libró su orden de detención.