Balearon a un hombre en un intento de asalto en 11 y 70

Los motochorros siguen con lo suyo y por eso la banda de sonido de la noche del domingo fue de amenazas, gritos, tres disparos y sirenas. Sin haberlo presenciado en directo, los vecinos de la cuadra se imaginaban todo: un intento de robo terminó con la víctima herida de bala.

El escenario fue la cuadra de 11 entre 70 y 71. Por ahí pasaba caminando solo un joven de alrededor de 30 años. Un grupo de tres delincuentes -dos varones y una mujer- lo vieron desprotegido y le salieron al cruce.

La reconstrucción que pudieron hacer distintas fuentes indicó que al muchacho “le atravesaron por delante de su paso la moto para que frenara. Ahí sacaron un arma y lo increparon para asaltarlo”.

CORRER PARA SALVARSE

¿Qué hacer en ese punto? Lo único que se le cruzó por la cabeza al peatón fue intentar salvarse. Un policía que habló con él una vez que todo terminó señaló que “el chico se nubló por el miedo tremendo y salió corriendo”.

En la calle no andaba nadie. Eso significa que no había nadie que pudiera salir a ayudarlo o que se animara a espantar a los motochorros aunque sea de un grito.

Pero también significaba que los ladrones tenían los segundos contados para continuar con ese intento de robo.

Y eso hicieron: persiguieron al joven, éste en un momento les hizo frente y terminaron forcejeando.

El resultado fue que los ladrones dispararon tres veces a mansalva. El primero de los tiros le rozó en la cintura a la víctima.

Los asaltantes se escaparon y el muchacho alcanzó a pedir auxilio en un negocio, a pocos metros. Cuatro patrulleros y una ambulancia acudieron al operativo, que terminó con el herido atendido en el lugar, sin necesidad de que lo internaran.

Los delincuentes, a pesar de la búsqueda policial por las jurisdicciones aledañas, siguen sueltos.

PREOCUPACIO

Hace dos semanas, en un intento de robo en una casa de 12 entre 71 y 72, a un hombre de unos 45 años lo balearon dos veces cuando el asalto empezaba a frustrarse.

Desde adentro de su domicilio, la víctima pudo esconderse cuando la pareja de ladrones lo amenazaba desde la vereda por la ventana de la puerta. Uno de los plomos le rozó la pantorrilla.

Ese episodio fue recordado por más de uno ayer a la noche, por la cercanía y por la modalidad que emplearon los asaltantes. De hecho, todavía hay investigadores que creen que podrían haber actuado los mismos.

De tratarse de esos delincuentes, se estaría frente a una dupla armada que ya instaló el temor cada vez que se oye el rugido de una moto.