Beba mutilada en Berisso: horas decisivas para un caso complejo

El fiscal del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil que instruye la causa por el hallazgo de una beba mutilada en Berisso, Juan Benavides, solicitó una serie de medidas procesales para avanzar en este complicado caso que salió a la luz hace una semana y tiene como principal sospechosa a una chica que sería inimputable.

El potencial tiene que ver con que su familia y la defensoría oficial sostienen que tiene 15 años y habrían presentado documentación que lo avala, pero Benavidez espera a que el Registro de las Personas le remita copia de la partida de nacimiento, ya que “el DNI (de la menor) supuestamente se quemó en un incendio” ocurrido previo a este drama, dijeron desde la UFI.

Que tenga 15 o 16 años puede resultar, a simple vista, un detalle sutil, pero en material procesal delimita sistemas distintos: el que alcanza a un menor punible, del de uno que no lo es.

El caso estalló en Villa Progreso a las 19.30 del viernes 24 de julio, cuando una mujer vio a la vera de un zanjón de 125 y 81 a un perro que mordía lo que supuso un muñeco. Se acercó para observar mejor. Y notó que se trataba de un bebé.

Espantó al animal y llamó, en shock, al 911. Era el comienzo de una semana convulsionada en esas calles por donde la noticia corrió como reguero de pólvora, igual que el rumor de que una chica que vivía en una casilla cercana había estado embarazada hasta hace poco.

El dato llegó a oídos de la DDI, cuyos hombres ubicaron el domicilio y retiraron a la menor un rato antes de que varios vecinos intentaran quemar la vivienda. Personal de Seguridad e Infantería custodiaron el lugar por unas horas, pero no evitó que finalmente la construcción de maderas terminara reducida a cenizas.

Para entonces, los forenses ya habían determinado que la víctima era una beba que tenía una semana de vida y había muerto por hipotermia 24 horas antes del hallazgo, es decir, el 23 de julio. Las mutilaciones (de los miembros inferiores y superiores) las adjudicaron a animales y alimañas de la zona.

La adolescente pasó un par de días internada en el San Martín por las secuelas de un parto no asistido. Y se retiró, aparentemente a Brandsen, junto con sus cuatro hermanas y el padre.

Una vez que los investigadores certifiquen el domicilio en el que se alojaron, se espera avanzar con las medidas tendientes a aclarar en qué circunstancias quedó embarazada la menor, dónde fue el parto y qué pasó con su bebé, ante la sospecha de que pudo haber sido víctima de un abuso y que al menos un adulto tuvo que ver con la muerte de la niña y el descarte de su cuerpito.