Cansados de la inseguridad, los vecinos de Tolosa se metieron en la comisaría

La paciencia se colmó una vez más y muchos vecinos de Tolosa decidieron ir hasta la puerta de la comisaría a reclamar mayores medidas de seguridad. Todo derivó en un clima de escándalo en el momento en que se anunció que, ante la presencia de los medios, el titular de la seccional no recibiría a nadie. Lo que eran consignas con tinte pacífico se convirtieron en cánticos con insultos y un tono marcado de bronca.

La movilización se había anunciado días atrás, a partir de una serie de hechos violentos, pero sobre todo, por uno ocurrido el lunes pasado en una verdulería de 118 y 531, en el que dos hermanos fueron baleados por motochorros en un asalto sangriento.

Ese fue el punto que eligieron para comenzar la marcha. Cerca de las 19.30 el grupo ya era nutrido y decidió continuar con lo planeado: llegar con su reclamo a las puertas de la comisaría Sexta, de 1 entre 528 y 529.

Al comienzo todo se pareció a una movilización como tantas otras que hubo en Tolosa y en diferentes puntos de la Región, cada vez que la sensación térmica por la inseguridad se eleva hasta sentir que la situación se torna insostenible por el alza en la violencia.

Durante varios minutos, las aproximadamente 70 personas pidieron a gritos “seguridad”, “basta de impunidad”, y expresaron que “se acaba la paciencia”, según podía leerse en los volantes y carteles que sostenían.

Claro que también hubo cantos reclamando por la presencia del titular: “Catorce comisarios y no hay seguridad”, llegaron a entonar en un momento, mientras se encendían velas.

Como ya ocurrió en otras marchas, estuvieron los que se sumaron con bocinazos desde sus autos por la mano de enfrente de la avenida, del otro lado de las vías del ferrocarril.

Ya eran las 20 y empezaba a oscurecer. Entre los vecinos empezó a crecer la impaciencia: nadie se asomaba desde las oficinas policiales y, para peor, un efectivo llegó a decirles que ya estaban reunidos con un grupo de vecinos por esa cuestión.

Entonces estalló aún más la indignación. Casi la mitad de los manifestantes, unos 30, irrumpieron en la comisaría y permanecieron en la sala de espera, allí donde se atiende al público en general.

“¡Queremos respuestas! ¡Que salga el comisario!”, pedían una y otra vez. Además de EL DIA, otros medios de prensa cubrían lo que pasaba. Aparentemente, esa cuestión precipitó la negativa de las autoridades a hablar con los vecinos.

“Como están las cámaras, no van a salir a hablar”, anunció Pablo Pérez, uno de los organizadores del evento. Desde ese instante la bronca se desató y explotaron los insultos y cánticos ofensivos.

Por unos diez minutos el grupo permaneció en esa pequeña sala a la espera de que la situación se revirtiera. “Es una estrategia de desgaste, esperan a que la gente se vuelva a sus casas porque ya es de noche, y así todo queda en la nada”, analizó Pérez en plena algarabía.

La decisión final del grupo fue la de disolver la marcha y organizar una próxima para la semana siguiente. Según prometieron, habrá más gente. Los reclamos y consignas serán las de siempre.