Comenzó la ronda de indagatorias por la muerte del detenido en un patrullero

La fiscal Betina Lacki comenzó ayer con la ronda de indagatorias a los ocho efectivos del CPC La Plata acusados por la muerte de un detenido en el interior de un patrullero.

Las audiencias comenzaron después del mediodía en la sede judicial de 7 entre 56 y 57 y se supo que alcanzaron a declarar tres mujeres policías, que se mantuvieron en sus dichos, es decir, aseguraron haber visto al preso tendido sobre el asiento del móvil, ya herido de bala, con un arma de fuego entre las prendas de vestir y una de sus manos, algo que para los investigadores es “inverosímil” (ver aparte).

Como adelantó este diario en su edición anterior, los agentes que se encuentran a disposición de la Justicia, que pertenecen al Comando de Prevención Comunitaria de La Plata, son Cristian Caffa (teniente); Mónica Arias (sargento); Walter Fernando Rodríguez Muller (subteniente); Daniela Aprea (subteniente); Michael López González (oficial); Luciano Díaz (subteniente); Patricia del Carmen Paris (teniente) y Laura Gutiérrez (oficial).

A todos les imputan -al menos por ahora- los mismos cargos: “homicidio triplemente agravado por alevosía, abuso de funciones, y por haber sido cometido mediante el empleo de arma de fuego, en concurso real con la falsificación material e ideológica de instrumento público”.

Ayer, según trascendió, fueron asistidos por abogados del Ministerio de Seguridad y, al término de su declaración, los alojaron en distintas seccionales de la Ciudad.

Las audiencias proseguirán hoy con los cinco agentes que aún no declararon, entre ellos los dos que iban en el móvil al momento del hecho (Caffa y Arias).

Fuentes de tribunales explicaron que la fiscal Lacki, al margen del resultado de los peritajes, que revisten una importancia significativa para el curso de la investigación, busca aclarar varios interrogantes, fundamentalmente quién fue el autor del disparo que acabó con la vida de Juan Martín Yalet, de 35 años, quien había sido detenido por una entradera en 2 entre 66 y 67.

El hecho ocurrió hace ocho días y, como es de público conocimiento, terminó con la muerte de la persona sindicada como autora de ese violento robo.

Qué fue lo que sucedió, es otro de los misterios que aún restan por resolverse.

Se sabe que el móvil policial donde iba Yalet tardó cinco minutos en llegar al Policlínico. Pero no está claro dónde fue que le dispararon y por qué.

El detenido, con un tiro que le atravesó el cráneo, tuvo poca sobrevida.

A partir del trágico desenlace, la fiscal Lacki comenzó una carrera contrarreloj y pudo probar, tras cotejar el relato de todos los efectivos que participaron del procedimiento, enormes inconsistencias en las declaraciones de los ocho detenidos, que fueron localizados anteanoche en distintos domicilios de la Región, por orden del juez César Melazo.

Todos, de alguna forma u otra, habrían dado crédito a la trama del suicidio, algo que para los pesquisas “pudo ser descartado”.

Los policías dijeron que Yalet se había “autolesionado” con una pistola 9 milímetros, que tenía en su poder, pese a estar esposado, ya que no había sido descubierta por una supuesta falla en el protocolo de la requisa.

Sin embargo, los análisis técnicos ordenados por la fiscal, que fueron realizados por personal de Gendarmería, determinaron que no había prácticamente sangre en el asiento trasero del patrullero y sí se hallaron rastros hemáticos sobre el piso del móvil policial.

Por eso, si el arma fue encontrada junto al cuerpo malherido de Yalet, no se explica cómo apareció con restos de masa encefálica. Salvo que alguien, ex profeso, “la haya apoyado donde estaba la sangre”, conjeturó un investigador.