Crimen del médico: investigan amenazas tras reconocimientos

Allegados a Francisco Guerrero (28), el médico que fue asesinado hace tres semanas en un intento de robo en El Mondongo, aseguran haber recibido “intimidaciones en las redes sociales” de parte de familiares de por lo menos uno de los dos detenidos por el caso. Por eso convocaron a una reunión en aquel barrio para discutir el tema, aunque el encuentro se suspendió hasta el próximo jueves.

Distintas fuentes policiales consultadas por este diario negaron haber recibido alguna denuncia formal por amenazas, aunque admitieron estar al tanto de las versiones y se pusieron a disposición de los familiares y amigos de Guerrero.

Los rumores surgieron horas después de que Gimena Juri (30), la novia de Francisco, identificó en ruedas de reconocimiento a los dos sospechosos de haber participado del crimen: Matías Ezequiel Jones (25) y Santiago Pereda Gamboa (32).

Como ya se informó en la edición de ayer, Juri identificó a Jones como el conductor de la moto y a Pereda Gamboa como al autor del disparo calibre 32 que el viernes 3 de abril terminó con la vida de su novio, en 66 y 116.

Los imputados están alojados en alcaidías distintas y durante las ruedas no se cruzaron, pero sí se vieron las caras antes de que empezaran. Y el primero aprovechó para gritarle al otro, enfurecido, “me mandaste en cana”. Si el incidente no pasó a mayores fue porque ambos iban con custodia, contaron quienes presenciaron el cruce.

Estos sospechosos fueron detenidos hace una semana, en seis allanamientos realizados en El Mondongo y Villa Argüello, después de que algunos testigos declararon haber escuchado a por lo menos uno de ellos admitir su participación en el crimen.

Aparentemente los familiares de uno de ellos insisten en que no tiene nada que ver con el caso y habrían colgado en el muro de un conocido de Francisco la foto de quien señalan como el otro partícipe del homicidio.

Tanto Jones como Pereda Gamboa tienen antecedentes por delitos contra la propiedad aunque, en el caso de este último, de nacionalidad peruana, purgó hasta el año 2013 una condena por el homicidio de un vecino de Villa Argüello, ocurrido en una pelea, en 2005.

Justamente, se cree que sería quien ejecutó a Guerrero de un tiro en el pecho con un revólver calibre 32, cuando el médico se negó a darle la billetera.

Al ser indagado por la fiscal Virginia Bravo Pereda Gamboa se negó a declarar. Una actitud distinta asumió Jones. Básicamente, dijo que la noche del asesinato estuvo en una reunión familiar, aportó nombres de testigos y entregó su teléfono celular para que lo investiguen.