Cuatro horas de tensión en una casa de Villa Castells

“Si me sacan de acá, yo me mato y me llevo conmigo a alguien”. Un hombre de 31 años permaneció alrededor de 4 horas atrincherado en su casa, resistiendo un operativo policial en el que lo querían hacer salir a la calle, porque su mujer lo iba a denunciar, ya que se había puesto muy violento. Su reacción mantuvo encerradas a otras cinco personas -entre ellos sus tres hijos de entre 1 y 3 años- e incluyó amenazas de toda clase.

La situación se vivió anoche a partir de la 1 de la madrugada, en 507 entre 6 y 7 de Villa Castells. La pareja del hombre, de la misma edad, accedió a contar cómo fue todo a cambio de que no trascendieran sus otros datos.

Ella contó que en ese momento de la noche mantuvo una discusión con él. “Tuvo una reacción mala y tuvimos que llamar a la policía porque se había puesto violento”, relató.

Los primeros agentes en acudir creyeron que se trataría de una denuncia más por problemas familiares. “Se ingresó en el patio delantero del domicilio y ahí apareció el sujeto, esgrimiendo dos armas blancas grandes, amenazando con matarse”, dijeron fuentes de esa fuerza.

“Lo que él quería era que se fueran los policías, y así se iba a ir sin problemas”, sostuvo su mujer. Pero para ese entonces los oficiales “ya habían intervenido y lo tenían que sacar de la casa”, agregó ella.

ANGUSTIA

El hombre seguía negándose a salir y por eso para los efectivos su actitud se convirtió en una toma de rehenes. En la casa estaban, además de los nenes de la pareja, los padres de la mujer.

Las seis personas permanecieron dentro en el primer tramo del operativo. A las dos horas, cerca de las 3, llegó el Grupo Halcón para intervenir en el hecho. Para ese entonces, la manzana ya había quedado rodeada de patrulleros.

“Hubo que convocar a esa fuerza especial, porque el sujeto no deponía su actitud y estaba poniendo en riesgo la vida de su familia”, justificaron los voceros policiales en un reporte.

El primer intento por reducirlo había incluido dos disparos de bala de goma que le dieron al hombre. Eso estuvo lejos de alcanzar para disuadirlo.

De tanto en tanto, los cautivos fueron llamados a la puerta de la casa por los oficiales y “rescatados”. Cuando llegaban a la vereda nlos dejaban volver a entrar y de esa manera casi todos quedaron a salvo e ilesos antes de la última irrupción de los agentes.

Finalmente y usando explosivos (ver aparte), los policías lograron reducir al hombre y esposarlo. Con algunos antecedentes que pesan en su contra y bajo cargos que incluyen la privación ilegítima de la libertad, se espera que el detenido sea llevado a declarar hoy.