Deprimido, pero tranquilo, Farré pasó su primera semana preso

Solamente pasaron siete días desde que Fernando Farré (52) salió del exclusivo predio del country Martindale en un patrullero, esposado y con la ropa empapada de la sangre de su mujer. Atrás quedaban las canchas de golf, las de polo y las casas de diseños normando o ingleses. Un día después llegaba a la Alcaidía III de La Plata, en 520 y 182, donde permanece alojado desde entonces por el femicidio de Claudia Schaefer (44), a quien atacó en el vestidor cuando ella fue a retirar sus cosas.

Considerado un penal de transición mientras se resuelve la prisión preventiva del interno y su derivación a una unidadad dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense, la Alcaidía tiene celdas unipersonales y para dos personas.

Farré está solo, en un calabozo del pabellón 11 que no tiene más de seis metros cuadrados, después de que los médicos que lo mantenían bajo monitoreo permanente desde su ingreso -el sábado pasado- lo notaron estabilizado, dijeron fuentes oficiales.

vigilancia permanente

El estado psicológico del ejecutivo acusado de degollar a su mujer en el country Martindale preocupaba a los profesionales que lo entrevistaron a su ingreso, ya que en ese momento lo vieron “ansioso y emocionalmente inestable”.

Los mismos voceros comentaron que Farré “prácticamente no dormía” y en las primeras horas repetía “se terminó todo para mí”, lo que los convenció de asignarle vigilancia personalizada y permanente por el temor a que se autolesionara.

Un guardia lo monitoreaba las 24 horas, del otro lado de la reja. Y controlaban que tomara la medicación que le había prescripto su médico de cabecera, ya que el acusado estaba en tratamiento psiquiátrico desde hace varios meses.

“Lo notaron muy angustiado”, dijo a este diario una fuente oficial, aclarando que ese cuadro depresivo se fue aliviando con el correr de las horas. En su pabellón hay otros 20 internos.

“De a poco se va habituando a la rutina” que comparten los algo más de 300 detenidos que tiene esta unidad inaugurada en diciembre de 2012. Pero Farré no es el único preso de interés mediático.

Las mismas paredes contienen a Carlos Nair Menem (el hijo del ex presidente procesado por “robo con armas” y “daños”) y el ex barra de River, Alan Schlenker, condenado por dos homicidios.

Farré ya recibió la visita de sus padres, su hermano y su nuevo abogado defensor, Adrián Tenca, quien ya anticipó que intentará probar que el ejecutivo es inimputable. A excepción de Tenca, el resto de los visitantes eludieron a la prensa. Se limitaron a bajar bolsas de un auto, ingresar al penal y guardar silencio.