Dramático asalto en la casa de tres mujeres en el barrio Norte

Tres mujeres solas. En ese contexto, ayer a la madrugada se vivió otro episodio de violencia extrema, a causa de una delincuencia impiadosa, que parece afincada definitivamente en el barrio Norte de la Ciudad.

“Fueron dos o tres horas”. La falta de exactitudes obedeció exclusivamente al pánico que sufrieron las víctimas del asalto, que parecía no terminar nunca y que estuvo azuzado por toda clase de amenazas y golpes.

Ocurrió en 14 entre 35 y 36. Tres delincuentes adultos, de por lo menos 30 años, llegaron hasta la puerta de la casa, cruzaron el pasillo que conduce hasta la vivienda y se filtraron ahí después de cortar una verja.

Según lo que contó a EL DIA la mayor de las tres víctimas, de 68 años, todo empezó alrededor de las 3.30.

Tanto ella como sus hijas de 32 y 33 años -la primera estudiante, la segunda diseñadora-, fueron despertadas con las luces de las linternas que tenía el grupo de asaltantes.

“Callate, quedate quieta, ¿dónde está la plata?”, eran sólo algunas de las frases que los desconocidos armados se empeñaban en repetir una y otra vez.

Lo que vociferaban empezó a materializarse cuando a las tres las hicieron tirarse al suelo y las ataron con precintos. Antes, durante y después de esa maniobra también les pegaron.

Entre los maltratos, además de las trompadas y cachetazos, a una de las jóvenes “le cortaron la remera con un cuchillo y le hicieron un rayón en la espalda”, aseguró su madre a este medio.

Sin ahorrar ni un minuto, los delincuentes revisaron la casa al dedillo. De ahí se robaron un televisor, notebooks, celulares, alhajas y una cantidad de plata que no trascendió, de acuerdo a lo que enumeraron en la casa y voceros de la comisaría.

Todo ese botín lo fueron cargando en el auto de la familia, un Peugeot 206 en el que la banda se fugó y del que todavía no se sabe en dónde está.

Al respecto, la jubilada se mostró escéptica: “No creo que podamos recuperar nada”.

Si bien no están claros los horarios, las víctimas alcanzaron a detectar que cuando el robo terminó “ya empezaba a amanecer”.

Antes de las 7 de la mañana un grupo importante de policías de la jurisdicción se agrupó en la cuadra para comenzar su trabajo.

En ese sentido, ya hay una investigación en curso mediante la que se procura aclarar “si los delincuentes llegaron guiadas por algún dato o si fue un hecho al voleo”.

También se desconoce si un cuarto ladrón les hacía de apoyo afuera, y en qué dirección se fugaron.

En esa casa ya estaban sensibles respecto de la inseguridad: “Tuve tres intentos recientes de secuestro virtual por teléfono”, recordó la jubilada.

Pero lo que les pasó ayer a la noche excedió todo. “Querían plata y se equivocaron de casa. Fue terrible”, concluyó la mujer.