Fuerte reclamo de seguridad en tres barrios de la Ciudad

El objetivo es vivir más tranquilos y con ese objetivo ya hay distintos grupos vecinales que se organizan entre sí. Del otro lado, las autoridades escuchan planteos y proponen las soluciones al alcance. En el medio, la delincuencia sigue siendo un problema a resolver, que preocupa a todos. En ese marco fue que ayer se realizaron tres asambleas en distintos puntos de la ciudad y alrededores: Villa Castells, El Mondongo y La Granja. Son localidades bien distantes entre sí, pero que a su vez sirven como caso testigo de una problemática en común.

En general, este tipo de encuentros suele ser conciliatorio y finaliza con promesas de mayor énfasis policial. Sin embargo, no fue lo que pasó en una de las reuniones, hecha en el club El Círculo de 11 y 500, del otro lado de las vías, cerca de la estación de Gonnet.

Unos 50 vecinos se congregaron ahí desde las 19 para debatir sobre seguridad. El primer tramo de la reunión tenía que ver con cuestiones de infraestructura, según contó uno de los asistentes. Hasta ahí todo se desarrolló como lo planeado.

El inconveniente surgió en la segunda parte, cuando tocaba debatir patrullajes y medidas de prevención policial. Había autoridades de la jurisdicción -no identificadas- que en ese punto definieron no hablar y retirarse del recinto.

“A uno de los vecinos le dijeron por lo bajo que les habían dado la orden de no declarar nada frente a las cámaras”, sostuvieron desde Villa Castells. Tal como sucede en cada evento de esta naturaleza, diferentes medios de prensa -incluido este diario- realizaban la cobertura.

“Los policías se fueron”, ratificaron desde el club de 11 y 500. Esa situación generó la “indignación” de todos los que se habían congregado. Así surgió un reclamo espontáneo: una caravana de vehículos encaró hacia la comisaría 13ª, a pocas cuadras de allí, para expresar su enojo a bocinazos.

La bronca no quedó en eso: según trascendió, para el sábado planean hacer una marcha desde la plazoleta hasta la misma sede policial, otra vez para manifestar el repudio a ese desplante.