Horror en el Centro: una mujer vivió un calvario de maltratos y abusos

Secuestrada durante seis días en un departamento de Plaza Belgrano, una mujer de 45 años denunció a la policía haber sufrido un calvario en el que la sometieron a abusos sexuales y golpizas que la dejaron al borde de la muerte. Tras investigar el episodio, que remite casi automáticamente al caso Martínez Poch, los detectives pudieron capturar a un fisicoculturista de 50 años en el lugar donde habría ocurrido todo el calvario. Lo identificaron como NM.

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El caso trascendió en las últimas horas luego de la información proporcionada por fuentes oficiales. La víctima habría estado retenida contra su voluntad entre la noche del 29 de octubre hasta el 3 de noviembre, cuando el sujeto “la tiró en la calle”.

A lo largo de esos días, a la mujer la habría abusado y golpeado el hombre que vive en ese departamento, descripto por la DDI como “un conocido instructor de artes marciales”, cuyo nombre fue preservado por los propios investigadores.

La mujer denunció, una vez terminada la pesadilla, que la habían drogado y violado entre varios hombres. Entre ellos “reconoció al fisicoculturista”, al que según trascendió lo conocía previamente por un grupo en común.

“casi la matan”

Todos esos tormentos estuvieron acompañados de palizas terribles, en las que la dejaron muy lastimada. En un estado deplorable la encontraron sus familiares a pocas cuadras de donde la sometieron.

“La hallaron muy lastimada después de haberla buscado en los días que duró su desaparición. Estaba en muy malas condiciones, casi sin poder hablar”, describieron voceros del caso.

La víctima, de quien no se brindan datos para preservar su intimidad, y sus allegados, fueron a la comisaría de Gonnet, donde ella vive, a hacer la denuncia. Después declaró ante la oficina de la DDI especializada en esta clase de delitos.

Pero después de eso se volvió indispensable su atención médica. “En los estudios que se le hicieron se constató que las lesiones que tuvo fueron graves. Tuvo varias hemorragias que si no hubieran sido atendidas a tiempo le podrían haber costado la vida”, aseguraron las fuentes del hecho. Una vez pasados diez días de estar internada en el Policlínico, ayer le dieron el alta, se informó.

A partir de la declaración de la víctima se pudo establecer quién sería el instructor de artes marciales. Ya identificado, un grupo de oficiales de la DDI lo fue a buscar al escenario del espanto.

En efecto, ahí lo encontraron. Aunque tenían una orden de allanamiento, se lo cruzaron en el pasillo del PH. “Salió con un destornillador y quiso lastimar a los policías”, indicaron los voceros.

Los oficiales pudieron reducirlo para luego comenzar con el registro. De ahí se llevaron un celular, la ropa de ella y de él, más distintos elementos de prueba que contribuirían en la causa. Incluso, había un par de borceguíes de la mujer, con un cartel pegado que decía “trofeo de guerra”.

No sólo en el colchón había manchas de sangre si no en varias partes de la casa, presumiblemente de la víctima. Todo apunta a un caso que ya tuvo antecedentes terribles en la Ciudad y que no deja de sorprender en su brutalidad.