Los golpearon y torturaron para robarles más de 100 mil pesos

Con pocas horas de diferencia, dos familias del barrio El Peligro fueron protagonistas de historias terroríficas a manos de encapuchados que les quitaron todo lo que tenían. No se sabe si actuaron los mismos ladrones, pero la mecánica de los hechos y la brutalidad que desplegaron, hace suponer que sí. Por el último caso, dos productores de nacionalidad boliviana eran asistidos anoche en el hospital de Melchor Romero, con varias heridas cortantes.

El primero de los asaltos ocurrió alrededor de las 2 de la mañana, en dos propiedades de un predio ubicado en el kilómetro 42 de la ruta 36. Ahí dormían Jhonatan Alvarez, su mujer, sus dos hijas de 2 y 7 años, y la madre, la abuela y un hermano discapacitado del primero, que tiene 24 años.

“Envenenaron a los perros y entraron rompiendo las puertas a patadas”, relató a este diario el padre de Jhonatan, Osmar Alvarez (58), que no estaba en el lugar. Según dijo, los ladrones “eran tres, estaban encapuchados” y usaron para amenazar a su familia “una pistola (calibre) 9 milímetros, un 22 y un cuchillo”.

Lo primero que hicieron fue golpear a Jhonatan y atarlo, igual que a su mujer, además de dejar en claro que “tenían buenos datos”, aseguró su padre, ya que “sabían nuestros nombres”. Todos ellos son comerciantes en esa zona.

Las dos hijitas de la pareja “por suerte estaban dormidas”, reveló el abuelo, pero los intrusos no ahorraron violencia a la hora de irrumpir en la vivienda de la mujer de Alvarez. A ella la amordazaron y le colocaron el cuchillo en el cuello, mientras amenazaban a su madre para exigirle la entrega de joyas y plata. “Mi suegra es extranjera y tenía alhajas de oro de Portugal”, confió Alvarez, indicando que en esos valores “se llevaron más de 30 mil pesos”. En efectivo, se apoderaron de “unos 70 mil”, estimó el comerciante.

Las víctimas lograron convencer a los ladrones de que “no tocaran a mi hijo de 24 años, porque es discapacitado”. El jovencito se abrazó a su guitarra y evitó que se la llevaran. Lo que nadie pudo evitar fueron los tremendos castigos que le infringieron a Jhonatan mientras reiteraban la exigencia de dinero.

“Le quemaron la espalda con cera de vela y le dieron muchísimos golpes”, lamentó Osmar, agregando que esa odisea duró dos horas, hasta que su hijo lo llamó para pedirle que llevara plata y él notó que algo malo pasaba. “Me fui con la policía y estos tipos ya se habían ido”, explicó.

Horas después, y atravesado todavía por la bronca y la angustia, Osmar se enteró de lo que acababa de pasarle a sus vecinos, a pocas cuadras de allí.

“En Ruta 36 y calle límite entraron, redujeron a dos muchachos bolivianos, los metieron adentro de la casa y los apuñalaron para robarles todo”, relató Alvarez, quien no se atreve a asegurar que en ambos casos hayan actuado los mismos delincuentes, aunque no lo descarta.

Las víctimas de este último asalto, que ocurrió aproximadamente a las 17, fueron asistidas luego en el hospital de Melchor Romero. Mientras tanto, los vecinos se entrevistaban con la policía para pedir urgentes medidas para frenar los robos.

“Si no tenemos respuesta vamos a cortar la ruta. Esto no da para más. Ya no sólo vienen a robar”, concluyó Osmar, convencido de que estas bandas “están dispuestas a todo”.