Más complicado el menor que casi mata a una jubilada

Una remera verde. Esa es una de las novedades que surgieron ayer respecto del intento de robo y asesinato que sufrió una jubilada el jueves pasado en su casa de 21 entre 54 y 55. Que la policía haya secuestrado esa prenda podría significar un paso más hacia la posible confirmación de que responsable del hecho fue el joven de 17 años que está detenido desde ese mismo día.

La evidencia sumó un elemento más en contra del acusado. La remera verde, idéntica a la que la víctima recordó haberle visto a su atacante. fue encontrada en el interior del depósito de 44 entre 4 y 5 donde el adolescente trabajaba como sereno, dijeron fuentes de la investigación, a cargo de la CDI.

Los agentes inspeccionaron ese predio en busca de elementos de prueba. Y el indicio fue encontrado “en una pequeña oficina, donde suele estar la persona que cuida el galpón”, puntualizaron las fuentes.

La prenda de vestir “parecía haber sido lavada un rato antes”, describió uno de los oficiales. O sea, que “habría intentado esconder la evidencia si se le manchó con sangre de la víctima”, señaló.

con saña

El jueves al mediodía, cerca de las 13, sonó el timbre en una casa de 21 entre 54 y 55. La dueña fue cauta: “Preguntó quién era y le contestaron que se trataba del hijo del pintor”, explicaron fuentes del caso.

La frase cobró sentido rápido. “Ahí habían ido a hacer un trabajo de pintura una semana atrás. Supuestamente el obrero se había olvidado algunos elementos de aquella vez. Y apareció el que decía ser el hijo para llevárselos”, continuaron los mismos voceros.

Así fue que la jubilada confió. Abrió la puerta y vio a un adolescente, aunque la farsa no duró demasiado, porque el joven “primero la zamarreó y le pegó”.

Pero ese maltrato fue apenas la antesala de lo que vendría. Analía Giusti (61), según se identificó a la víctima, fue atacada con un destornillador en el cuello. Le abrieron tres heridas, dos en los laterales y una en la tráquea.

Luego el delincuente revisó la casa. Todos los investigadores creen que su objetivo principal era saquear la vivienda y estuvo a punto de lograrlo. Inclusive, “había alcanzado a sacar el vehículo del garaje para llevárselo”, señalaron los informantes. Mientras, la víctima seguía tirada en el piso, ensangrentada y en shock.

Pero en el camino del ladrón se interpuso un vecino. “Habían escuchado los golpes y los ruidos, y por eso primero preguntaron qué estaba pasando. Después ellos se encargaron de llamar al 911 y a la familia”, apuntaron los voceros.

La policía informó que habían visto “minutos antes a un joven entrando en la casa” y que fue el mismo que luego “se fue caminando”. Dentro de todo lo que vieron los testigos, estaba la remera verde que ayer incautaron.

La jubilada, por su parte, se recupera luego de haber sido operada en el hospital Italiano. Según la Policía, “ya recibió el alta”.

La policía fue a buscar al pintor a Villa Elisa y, a partir de lo que el obrero dijo, ubicaron al adolescente en el galpón de 44 entre 4 y 5.

En este contexto, la situación procesal del adolescente quedó más complicada. Acusado de haber intentado matar a la víctima para ocultar el delito del robo, la fiscalía del fuero de responsabilidad penal juvenil ordenó alojarlo en un instituto.