Matan a joven de 16 años en City Bell por salir en defensa de unos amigos

En una fiesta entre chicos del barrio. Casi todos se conocían. Eso implicaba también que las peleas y diferencias, que ya existían, sólo necesitaran de un detonante para que la situación se desbandara.

Según fuentes policiales eso fue lo que desencadenó un entredicho de adolescentes a partir de un supuesto robo y, que dejó como trágico saldo a un chico de 16 años muerto de un puntazo y a otro, de sólo 14, detenido a pesar de ser inimputable.

El escenario de este crimen fue el barrio El Rincón de City Bell. El plan del viernes por la noche de varios pibes de la zona fue una casa particular, en donde armaron una fiesta.

Todo dejó de ser diversión cuando descubrieron algo. “De la reunión faltaron cuatro celulares. Aparentemente se los llevaron robados unos vecinos, de su misma edad”, dijo una fuente policial.

Ese punto de inflexión habría dejado a los chicos más preocupados por recuperar los teléfonos que en otro asunto. Pasó todo el sábado y recién a las 0.30 de ayer empezó la tensión.

Alejo Vega (16) estaba con amigos en unos festejos callejeros parecidos a los corsos del mes pasado, en 441 y 133. Allí vio pasar a un grupo de tres chicos, a los que “todo el mundo conoce por andar robando. Desde el viernes ya sabían quiénes habían robado. Y para colmo, Alejo ni estaba en esa fiesta”, remarcó Marcelo (20), su hermano.

SIN PIEDAD

Así fue que al chico lo “marcaron” como el aparente ladrón y estalló todo:

- Devolvele los celulares a mis amigos.. .

-Yo no los tengo. Y a ver si me dejás de mirar mal cada vez que me cruzás.

El de 14 años “andaba con un hermano y otro amigo”, indicaron varios testigos. Ese diálogo fue el comienzo de una pelea “mano a mano”, pero en el medio hubo alguien (aparentemente una amiga) que le dio al agresor una varilla de metal. Con ese objeto le dio un puntazo en el pecho.

Mientras el agresor corría, Alejo empezaba a desangrarse en el piso. Sus amigos pidieron auxilio y el primer patrullero se acercó lo antes que pudo.

La urgencia demandaba que los ambulancieros fueran los propios agentes. Para colmo el trayecto era largo: casi 10 kilómetros hasta el hospital de Gonnet. A pesar de los esfuerzos, Alejo murió en la guardia.

La investigación policial se disparó al instante. Alrededor del ingreso al San Roque un montón de amigos del joven lloraban sin entender nada. Fueron varios los que se apuraron en señalar nuevamente al sospechoso de 14 años.

Con una serie de averiguaciones rápidas los uniformados ubicaron el domicilio de un pariente del acusado. Ahí dieron con él y se lo llevaron esposado.

A pesar de la inimputabilidad que tiene por su edad, se dispuso que por ahora no quede libre .

Para los responsables de la captura, el caso parece estar encaminado y cerca de esclarecerse por completo. De todas maneras, se investigarán a fondo las circunstancias que derivaron en el asesinato.